Ámsterdam se inventa un truco para que los turistas limpien

Una empresa ofrece tours por los canales de Ámsterdam mientras los turistas ayudan a quitar los plásticos que flotan en las aguas

Un viaje con Plastic Whale se trata más que un recorrido por los canales de Ámsterdam. Inspirado por la crisis de los plásticos que afectan a los mares, ríos y lagos, ofrece la oportunidad de ayudar a limpiar las vías acuáticas de la ciudad, en un barco hecho de material reciclado, mientras se conoce historias y lugares de interés de la ciudad.

La salida se hace desde el muelle de Westerkerk, donde se deja atrás el bullicio turístico y la larga e inquieta cola en la entrada de la Casa de Ana Frank. El pequeño bote eléctrico se dirige silenciosamente hacia el sur por el canal Keizersgracht para un recorrido de ‘pesca’ por la ciudad.

Mientras el guía va detallando la historia y los secretos de los edificios que se despliegan entre los canales, cada tanto alerta cuando una botella o un trozo de plástico aparece entre las aguas. Los turistas, que tienen más pintas de voluntarios de una ONG, aprenden rápidamente a capturar los residuos y guardarlos en la embarcación.

Mientras el guía explica detalles históricos de Ámsterdam, los turistas aprenden a capturar piezas de plástico flotantes y las guardan en el barco

El nacimiento de una idea ambiental

Marius Smit fundó Plastic Whale en 2011 después de haber visto la gran contaminación de residuos en varias ciudades de Asia.

Cuando regresó a su ciudad natal, Ámsterdam vio la cantidad de plástico que flotaba por los canales, y se dio cuenta que el problema estaba más cerca de lo que pensaba. «Alrededor del 80% de lo que flota en el mar proviene de ciudades», dice Smit. «Mi convicción es que hay millones de personas como yo que quieren contribuir a cambiarlo de una manera positiva».

Muestra de ello son los más de 15.000 turistas que han realizado un paseo flotante por los canales de Ámsterdam y Róterdam mientras pescan la mayor cantidad de piezas de plástico.

Los Países Bajos a la vanguardia del cuidado ambiental

Ámsterdam se muestra como líder en la lucha contra la contaminación por plásticos. Solo en 2017 6.000 personas decidieron hacer este recorrido, sacando del agua de 50.000 a 60.000 botellas de PET (tereftalato de polietileno).

Alrededor de 8.500 botellas rescatadas se han utilizado para fabricar uno de los botes que se utiliza para el recorrido. Es una solución circular al problema: cuanto más plástico se recolecta, más barcos se pueden construir y más amplia será la operación de limpieza.

Los guías cuentan diversas anécdotas sobre la ciudad y los objetos que han encontrado en sus aguas. Desde que comenzó la pesca del plástico, dicen los guías, los canales revelaron un submundo de billeteras, pasaportes y llaves de automóviles extraviadas.

«La pesca de plástico tiene un impacto positivo en los niños, les encanta», dice Smit. «Tan pronto como sacan el plástico del agua, ven que no pertenece allí. Cuando les decimos que construimos botes, entienden que debe verse como una materia prima, no como un desperdicio”. Hoy en día, alrededor de una quinta parte de sus viajes son con un alumnos de escuelas.

Una actividad que quiere entrar en quiebra

Los visitantes interesados en probar el tour de pesca de plástico deben inscribirse pronto (25 euros con refrigerio y bebida). A medida que la flota de Plastic Whale se expande, el plástico se volverá más escaso y puede eventualmente provocar el final de la actividad.

Pero para Smit, la extinción de Plastic Whale es parte de la misión. Él ya está investigando la idea de trasladar el concepto a Indonesia o India, donde dice que «la pobreza y el desperdicio van de la mano». «Existimos para resolver un problema», dice. «Y queremos ir a la quiebra».

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