Así quiere Kazajistán convertirse en una potencia turística

Visados, promoción, hedonismo, cultura, turismo o de nieve y experiencias nómadas: el país busca convertirse en la nueva potencia turística de Asia Central

Tiene petróleo y tiene gas, además de ser el primer productor de uranio del mundo. Sin embargo, la República de Kazajistán en Asia Central apuesta por desarrollar la industria turística con el fin de diversificar sus ingresos. Y se mira en el espejo español.

Este objetivo se enmarca en un plan mayor, que tienen como objetivo colar su economía entre las principales del mundo para el año 2050 lo que, según el gobierno, requerirá el desarrollo de otras industrias además de los hidrocarburos.

Para impulsar el turismo, Kazajistán ha agilizado los trámites de visados y potenciará su promoción internacional en grandes citas como Fitur

Para lograrlo, el jefe de Turismo y Promoción de la región de Almaty, Aslan Konurjanov, explicó que “el modelo español es una referencia para nosotros porque España es una potencia en la industria del turismo”.

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En declaraciones a EFE, Konurjanov explicó que toman nota de cómo el turismo ha contribuido al “éxito económico de España” y “es consciente del valor” del sector y de su capacidad como motor de crecimiento.

Cartedral de la Ascensión, Almaty. Foto: Getty Images.
Vista de la Catedral de la AscensioÌn en Almaty. Foto: Getty Images.

Desarrollo de la industria

En esa línea, añadió, Kazajistán ya ha lanzado algunas iniciativas, entre ellas agilizar los trámites de visados para los visitantes internacionales o participar en ferias internacionales como la española Fitur, que celebrará su próxima edición del 22 al 26 de enero.

Kazajistán es el noveno país más grande del mundo, tiene solo 7 habitantes por km2 y, sobre todo, prácticamente ningún turista

Además, en zonas como la región de Almaty, ubicada en la cordillera de Zailiyskiy Alatau, se ha puesto en marcha un ambicioso plan de desarrollo del turismo de nieve y montaña que incluirá el desarrollo de diez áreas diferentes y hasta 13 nuevos complejos hoteleros, que estarán en funcionamiento para 2025.

También se ofrecerán actividades como vivir la experiencia de los antepasados nómadas, donde mostrarán sus costumbres y tradiciones como la monta a caballo, ceremonias ancestrales y su particular gastronomía, que incluye el cordero, sin olvidarse la cabeza y la parte más preciada de ella, los ojos del animal.

Almaty potenciaraÌ el turismo de nieve. Foto: Pixabay.
Almaty potenciaraÌ el turismo de nieve. Foto: Pixabay.

Qué hacer en Kazajistán

Precisamente porque aún es bastante desconocido, Kazajistán, el noveno país más grande del mundo, es una excelente opción para un viaje diferente, marcado por la diversidad cultural y las maravillas naturales, pero que también encierra ciudades cosmopolitas, futuristas y entregadas al hedonismo.

Nur-Sultan, Almaty y Shymkent son las tres metrópolis más importantes del país y visitarlas es una de las mejores formas para descubrirlo -y comprenderlo- por lo que, sin duda, deben estar entre los destinos de un viaje a Kazajistán.

La primera de ellas, Nur-Sultan, antes llamada Astana, es la capital más joven de Asia Central, una ciudad levantada durante los últimos 25 años. Casi en medio del desierto se levanta una urbe de avenidas amplias y grandes monumentos, rascacielos ultravanguardistas como la Torre de Baiterek o árbol de la vida, coronada por una gigantesca esfera de vidrio o el Palacio de la Paz y la Reconciliación.

Nur Sultan (antes Astana) es como una ciudad del futuro. Foto: Pixabay.
Construida en los últimos 25 años, Nur Sultan (antes Astana) es una ciudad totalmente futurista. Foto: Pixabay.

Sede de la Exposición Universal en 2017, aún se mantienen construcciones que se hicieron para esta cita como Nur Alem, el Museo del Futuro y la Energía que se ubica en el edificio esférico más grande del mundo, con un diámetro de 80 m y 8 pisos de altura.

Almaty, la ciudad-jardín

A unos mil km hacia el sur nos espera la que fue capital del país y, sobre todo, el centro financiero, cultural y también turístico de Kazajistán: Almaty.

Rodeada de majestuosas montañas cubiertas de bosques de coníferas, alterna majestuosos edificios de corte moderno con construcciones de estilo soviético, bloques de viviendas, calles estrechas de casas coquetas, elegantes comercios y centros comerciales e infinidad de parques. Y todo ello rodeado de picos de montañas blancas de cumbres siempre nevadas. Tal es así que se las conoce como Tian Shan, las ‘montañas celestiales’.

La ciudad bulle de vida y resulta ruidosa y ajetreada, por lo que es el lugar perfecto para tomar el pulso a los ciudadanos, probar su café, descubrir sus platos preferidos y sus delicatesen más exquisitas.

La avenida Arbat, la calle Zhibek Zholy o el Green Bazaar o Mercado Verde son algunas de las paradas recomendadas.

Detalle de una construcción en Almaty. Foto: Getty Images.
Detalle de una construcción en Almaty. Foto: Getty Images.

Casi en el centro se alza su Jardín Botánico con 105 hectáreas e infinidad de especies, perfecto para tomarse un descanso entre monumentos históricos, museos y exposiciones en la Almaty más cultural, que puede incluir también la catedral de la Ascensión, de estilo zarista, en el Parque de los Héroes de Panfilov.

Otro de los lugares imprescindibles es Kok-Tobe, un parque de atracciones ubicado en la cima de la montaña Koktobe a una altitud de 1100 metros sobre el nivel del mar y a la que se puede acceder en coche o teleférico. Además de todo tipo de atracciones nos regala una vista hermosísima de la ciudad.

El corazón de la Ruta de la Seda

La tercera de las ciudades, Shymkent está en el corazón de la Ruta de la Seda, por lo que concentra la diversidad presente en toda la región de Turkestán, con todo tipo de influencias culturales, religiosas e históricas.

Un buen lugar para sumergirse en el pasado y descubrir antiguas tradiciones y costumbres nómadas desde el parque etnográfico Ken-Baba al museo local, pasando por la Mezquita Central, la más grande y hermosa de la zona, pero también sus ruidosos bazares donde curiosear entre miles de especias, dulces, frutas exóticas, tejidos y joyas de oro y plata.

Lago Kaindy, KazajistaÌn. Foto: Getty Images.
Lago Kaindy, KazajistaÌn. Foto: Getty Images.

De cañones a lagos

Pero Kazajistán es un país eminentemente natural (su densidad es de apenas 7 habitantes por km2) por lo que esconde increíbles parajes como el lago Kaindy, a unos 120 kilómetros de Almaty, con 400 metros de largo con 30 de profundidad en algunas partes y a 2.000 metros sobre el nivel del mar donde los troncos de los árboles (piceas) emergen entre aguas de imposibles tonalidades turquesa.

El Parque Nacional de los Lagos Kolsai y sus tres lagos glaciares, el Cañón Lunar o el Valle de los Castillos, en la garganta del río Charyn son otros de los espectáculos que se conjuran para dejarnos sin palabras.

 

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