BBVA pincha el globo del crecimiento turístico español

Según BBVA la desaceleración del consumo en España afectará al turismo interno en la costa mediterránea y Madrid

La desaceleración de la demanda interna perjudicará al turismo nacional, que se esperaba que sea el motor que reemplace la menor llegada de los visitantes internacionales. Así lo expone un análisis de BBVA, que pronostica un crecimiento global de España del 2,9%.

La previsiones de BBVA Research contradice las expectativas de Exceltur, que había anticipado que la menor llegada de visitantes de otros países se compensará con un crecimiento del turismo interno, sobre todo en el norte y centro de España.

Impacto en el Mediterráneo

Según BBVA, la menor demanda de turistas españoles impactará en Andalucía, la Comunidad Valenciana, Cataluña y Murcia; o sea todo el arco mediterráneo.

También tendrá repercusiones en Madrid y Galicia, tradicionales receptores de los viajes domésticos.

Pérdida de vigor

En el análisis del banco de Francisco González se puntualiza que “el turismo comienza a perder vigor, afectado tanto por factores internos como externos”.

Según BBVA el turismo en España “comienza a perder vigor”

La caída de la demanda interna, consideran los analistas de este banco, se debe a una “reversión de la caída en los precios del petróleo y el menor impulso de la política monetaria”, que puede “trasladarse a un crecimiento más débil del consumo”.

Menor aportación al PIB

Donde sí coincide BBVA con Exceltur es en vaticinar que la aportación del sector turístico al crecimiento puede ralentizarse. Según la patronal turística, el PIB turístico será del 3,3%, un punto menos del incremento registrado en el año pasado.

Para el banco, esto sucedería si hay más limitaciones al aumento de la capacidad de los puntos turísticos, o si es que el aumento en los márgenes “no se traducen en incrementos de la inversión o los salarios”.

Temores en el Mediterráneo y las islas

Esta situación podría afectar, sobre todo, a ciudades del Mediterráneo, así como Baleares y Canarias, que tienen al turismo como su principal motor económico, y que en temporada alta rozan la plena ocupación.

En el caso de Barcelona, indica BBVA Research, la caída en la ocupación hotelera y las reservas en el último trimestre del año alejó a la ciudad del punto de saturación, “obligando a reducir precios y márgenes” para que no decaiga el número de visitantes.

Los hoteles de la capital catalana, que habían sufrido una caída del 15% en la ocupación, tuvieron que recortar sus tarifas un 10% durante el invierno para no perder su cuota de mercado, según había informado el Gremio de Hoteles de la ciudad.

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