Bombas Gens: arte y gastronomía en una vieja fábrica valenciana

Un año, más de 70.100 visitantes, siete exposiciones y 80 actividades organizadas han consolidado la propuesta artística de la fundación Per Amor a l’Art, que recuperó un vestigio industrial en el valenciano barrio de Marxalenes y atrajo también el talento del chef Ricard Camarena.

La fábrica original, de bombas hidráulicas, es obra del arquitecto Cayetano Borso di Carminati – autor del edificio Rialto de Valencia-, que la diseñó en 1930 con un diseño diferente e innovador, de tintes racionalistas y espléndida fachada art decò.

Esplendor y declive seguirían al negocio hasta 1991, cuando se produjo su cierre definitivo. El destino, sin embargo, le reservaba una segunda oportunidad: el de convertirse en un centro de arte, con espacio para la acción social y la investigación de enfermedades raras. Y albergar uno de los templos de la gastronomía valenciana.

Nueva vida y proyecto artístico

Desde su ubicación en la avenida de Burjassot, en pleno barrio valenciano de Marxalenes, una zona tradicionalmente deprimida, “Bombas Gens se ha consolidado con una identidad clara, basada en una importante pintura abstracta y de fotografía y un edificio singular de gran valor patrimonial”, explica su directora, Nuria Enguita.

Durante las obras de rehabilitación se descubrieron una bodega medieval de finales del siglo XV y un refugio antiaéreo de la Guerra Civil. Ambos espacios, rehabilitados, se abren también al visitante.

El exdirector de la Tate Modern de Londres Vicent Todolí supervisó el proyecto de Bombas Gens Centre d’Art, mientras que la rehabilitación de las naves y sus 6.000 metros cuadrados corrió a cargo de Eduardo de Miguel y la proyección del espacio museístico fue encargada a al arquitecto y diseñador Ramón Esteve en colaboración con Annabelle Selldorf, arquitecta alemana asentada en Nueva York.

Durante las obras de rehabilitación se encontraron restos de una vieja bodega medieval.

Durante las obras de rehabilitación se descubrieron una bodega medieval de finales del siglo XV y un refugio antiaéreo de la Guerra Civil -en ese periodo, la fábrica pasó a producir bombas de mortero, por lo que se convirtió en objetivo militar-. Hoy ambos espacios, también recuperados, se muestran al público.

Colecciones

La colección Per Amor a l’Art es el origen de la mayor parte de actividades del centro, si bien acoge también exposiciones temporales. El acceso a todas ellas es gratuito.

Bombas Gens acoge la colección artística de la fundación PerAmor a lÀrt.

Entre las próximas cabe destacar la muestra de la artista noruega Ana-Eva Bergman; exponente de la abstracción del siglo XX y la exposición monográfica de Nicolás Ortigosa en torno a la lectura de la Divina Comedia.

Además, se presentará la nueva colección Per Amor a l’Art que girará en torno a la renovación del lenguaje fotográfico en el Japón de los 50, 60 y 70 con obras de los artistas que lideraron este cambio, como Ytaka Takanashi o Daido Moriyama.

A la labor de difusión artística se Bombas Gens se unen los objetivos solidarios: cuenta con un área de investigación de enfermedades raras y proyectos para colectivos en situación de vulnerabilidad.

A la labor de difusión del arte y la cultura se unen los objetivos solidarios de Bombas Gens, pues se está desarrollando un centro de día y un comedor para chicos en riesgo de exclusión social, así como una sección para enfermedades raras. Pero también gastronómicos.

Ricard Camarena Restaurant

Unos días antes de la inauguración oficial en julio 2017, el cocinero Ricard Camarena trasladó su restaurante, en el distrito del Eixample, a esta nueva ubicación, confirmando el poder de atracción de Bombas Gens.

Con una estrella Michelin y tres soles Repsol, Camarena cuenta con otros tres restaurantes en Valencia – el Central Bar, en el Mercado Central; el Habitual, en el de Colón; y el Canalla Bistro, en Russafa- así como otros Canalla Bistro en el centro de ocio gastronómico Platea de Madrid y en Ciudad de México.

En el nuevo local de Bombas Gens no ha variado ni un ápice su cocina, caracterizada por “sabor, respeto absoluto por el producto, cocina creativa sin estridencias, compromiso con la tradición salpicado con influencias cosmopolitas, mediterraneidad y temporalidad” según su propia declaración de intenciones.

Una cocina que introduce técnicas complejas de elaboración que tienen como resultado platos de apariencia sencilla, tan personal como exenta de elementos superfluos.

La verdura es su gran fetiche. Alcachofas, pimientos, berenjenas o tomates cultivados a pocos kilómetros, en las partidas de Tauladella y Mahuella, por el agricultor Toni Misiano, son la base de su carta, que se ofrece en forma de diferentes menús, siempre servidos con pasión y honestidad.