Los mejores chefs de París se disputan las estaciones de trenes

En la estación del Norte, St Lazarus y Lyon se presentan elegantes restaurantes con chefs con estrellas Michelin

Cuando los ferrocarriles comenzaron a cruzar la geografía europea, en las estaciones de las grandes ciudades había elegantes restaurantes decorados con sofisticación y con experimentados chefs en los fogones. Décadas después los viajes se popularizaron y la oferta gastronómica de cualquier estación se limitó a comidas de poca elaboración, bufetes y restaurantes con una propuesta limitada y olvidable.

Pero las estaciones de París quieren recuperar las viejas glorias. La estación del Norte en París, que es transitada por 700.000 personas cada día, es el lugar elegido por el dos estrellas Michelin Thierry Marx, que apuesta a cambiar el estigma gastronómico del lugar con su nuevo L’Etoile du Nord.

Se trata de una brasserie, con su parte superior reconvertida en un sofisticado bar de vinos y otro sector para servir pequeños platos para llevar. Con una decoración de hormigón, vidrio y metal, se aleja de las líneas decimonónicas de muchos restaurantes de lujo parisinos.

El interior cuenta con espacio para 120 comensales, donde hay sillas de estilo escandinavo y separadores de madera clara. El exterior es todo de vidrio, desde los que se pueden ver las prisas de los pasajeros para abordar los trenes. En total el lugar cuenta con 500 metros cuadrados, donde un ejército de 100 personas –entre ellos 30 cocineros– se encargan de atender desde las seis de la mañana.

Recuperar el espíritu de antaño

“Quiero recuperar el espíritu de la antigua estación, donde se podía comer una buena comida con ingredientes de calidad, antes de que el lugar cambie y todo el mundo sirva comida preparada de manera industrial”, describe Marx.

Pero eso no quita que en este restaurante se preparen platos livianos para los que disponen de poco tiempo, como los populares pescado con patatas fritas o waffles al estilo de Lieja, que atrae a los viajeros que van o vienen a Londres, Bélgica o Ámsterdam.

Train Bleu
Aunque parezca un salón de Versalles, se trata del restaurante Le Train Bleu, en la Estación de Lyon (París).

Por 15 euros se puede degustar endivias gratinadas con jamón, salsa y avellanas tostadas, u optar por un menú ejecutivo de entrante, plato y postre por 29 euros, con preparaciones como el cordero confitado con miel y zanahorias, o las quenelles (masas de pan) de brochetas gratinadas. La tarta de limón deconstruida se encolumna como uno de los postres estrella.

Si se quiere comer a la carta, dos personas pueden gastar entre 75 y 90 euros, sin contar las bebidas.

Restaurantes vigentes y futuros en las estaciones

L’Etoile du Nord pretende ocupar un lugar que hasta ahora sólo era mantenido por Le Train Bleu, el elegante restaurante de la Estación de Lyon fundado en 1901 y que mantiene en alto el listón de la cocina francesa más exclusiva y tradicional. Su salón abundante en barrocas molduras doradas y arañas gigantescas, con pinturas que recuerdan a Versalles, evidencian que el tiempo pasó de largo por aquí.

Otro restaurante que busca unificar sofisticación y elegancia en un centro ferroviario es Lazare, que homenajea a la estación de Saint Lazare. Allí el chef Eric Frechon presenta una propuesta de cocina tradicional francesa con acento normando. El mítico chef Alain Ducasse tampoco se iba a quedar de brazos cruzados y anunció que en el 2019 abrirá un restaurante en la estación de Montparnasse.

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