China abre al turismo el laboratorio de la primera bomba atómica

Invertirá casi 750.000 euros en transformar el lugar en un centro accesible al público

China está dispuesta a sacar partido a sus antiguas bases militares. El objetivo, abrirlas al público para que funcionen como polos de atracción para el turismo. Si en 2010 abrió sus puertas la planta nuclear subterránea 816 del distrito Fuling de Chongqing –conocida como «el refugio más grande del mundo hecho por el hombre»–, China planea ahora habilitar el laboratorio donde estalló la primera bomba atómica fabricada en el país.

Para ello invertirá casi 750.000 euros, cantidad necesaria para transformar el antiguo lugar de pruebas atómicas de la base Malan en un centro turístico. El misterio que rodea al espacio y a los edificios de la zona, así como el equipo militar, son los valores que piensa potenciar el gobierno chino para atraer visitantes.

La Universidad de Tsinghua, en Pekín, colaborará en la preservación de las instalaciones de la zona, incluyendo los laboratorios y dormitorios usados por los científicos que trabajaron en ella. Se espera que los turistas también puedan visitar el túnel de refugio antiaéreo de 300 metros, según explicó el alto funcionario de la Prefectura Autónoma Mongolia Beyinguoleng, que tiene jurisdicción sobre la zona de Malan, Arken Hasim.

Historia

Ubicado en la prefectura autónoma mongola de Bayingol, a unos 380 kilómetros al suroeste de la capital de la provincia, Urumqui, Malan fue el sitio de las investigaciones y pruebas de la primera bomba atómica de China, usada en octubre de 1964.

El complejo, asentado en un espacio de 100.000 kilómetros cuadrados, fue construido en la década de 1950 con fines militares. Dejó de funcionar como centro de investigaciones en 1996, después de que China firmó el Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares.

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