Cinco trenes de lujo para viajar en el espacio y el tiempo

Explorar los Andes o la isla japonesa de Kyushu, bordear el Cantábrico, aprender ruso o dormir en una cama art decò son los atractivos de estos viajes

En una época en la que el tiempo es el bien más escaso, abandonarse a la contemplación del paisaje que se dibuja en la ventanilla de un tren sin importar horarios ni distancias se convierte en una experiencia de auténtico lujo, donde conectar con el destino y con uno mismo. Más aún si se hace a bordo de algunos de estos míticos ferrocarriles.

Y es que, como decía el escritor de viajes estadounidense Paul Theroux, “si un tren es grande y cómodo, ni siquiera necesita un destino”.

Del mismo modo, y ya sea explorando los Andes, atravesando una isla japonesa, bordeando los acantilados del Cantábrico, abandonándose a la más mítica aventura del Orient Exprés o recorriendo las inacabables estepas rusas, los viajes más especiales transitan por las vías del tren.

La experiencia del Belmond Andean Explorer, que se torna mística al atravesar las llanuras andinas o tropezar con alpacas, llamas y cóndores , se puede disfrutar en cuatro posibles itinerarios, que se ofrecen desde 550 euros

Belmond Andean Explorer, Perú

La joya de los trenes Belmond recorre el altiplano de Perú alcanzando hasta 4.330 metros de altitud. A bordo viajan un vagón spa, otro panorámico o dos restaurantes –con una carta diseñada por los chefs del Belmond Hotel Monasterio de Cuzco-, y tan solo 48 pasajeros.

Con un recorrido que comienza en la antigua capital, Cusco, y discurre hasta el lago Titicaca, este ferrocarril inaugurado hace tan solo un año no viaja de noche, para que sus afortunados inquilinos no se pierdan las vistas andinas del primer tren de lujo nocturno en toda Sudamérica.

Belmond Andean Explorer. Foto Belmond.
El Belmond Andean Explorer cuenta con un vagón panorámico abierto. Foto Belmond.

Alpacas, coloridos tapices locales y piezas de artesanía decoran los espacios, con la cruz andina, símbolo del imperio inca y también del Bemond Andean Explorer, como elemento omnipresente.

La nostalgia y el encanto de los grandes expresos de principios del siglo XX conviven en el Transcantábrico Gran Lujo​ con los servicios y atenciones premium propios de un hotel de cinco estrellas sobre raíles

La experiencia, que se torna mística al atravesar las llanuras andinas, tropezar con alpacas, llamas y cóndores, vislumbrar las nieves de los Andes o la magnética unión de montañas en el cañón del Colca, se puede disfrutar en cuatro posibles itinerarios, que se ofrecen desde 550 euros.

El Transcantábrico Gran Lujo, España

La nostalgia y el encanto de los grandes expresos de principios del siglo XX conviven en el Transcantábrico Gran Lujo con los servicios y atenciones premium propios de un hotel de cinco estrellas sobre raíles.

Transcantabrico Gran Lujo. Foto Renfe.
Históricos coches Pullman originales de 1923 dan servicio al Transcantábrico. Foto Renfe.

Gastronomía, paisaje, cultura, glamour, diversión y relax se unen para hacer de este viaje una experiencia única e inolvidable y que supone una travesía no solo entre San Sebastián y Santiago de Compostela, sino entre los siglos XX y XXI.

Los históricos coches Pullman, originales de 1923 y auténticas joyas del patrimonio histórico-ferroviario, son hoy los salones del tren, donde disfrutar del discurrir del tiempo y el frondoso paisaje tras la ventanilla.

La concurrida estación de Hakata en la ciudad de Fukuoka es la puerta de acceso a los cálidos interiores de madera y elementos de diseño clásico del Seven Stars japonés, capaz de trasladar al viajero en el tiempo

Con itinerarios de ocho días y siete noches, el viaje garantiza también lujosas suites de madera delicadamente ambientadas y decoradas así como una exquisita gastronomía, que se disfruta a bordo y en los restaurantes seleccionados a lo largo de la costa norte. El viaje, eso sí, tiene un precio que va desde 5.150 euros en suite deluxe.

Transcantabrico Gran Lujo. Renfe.

Cruise Train Seven Stars, Japón               

El majestuoso tren siete estrellas, catalogado como el más lujoso del mundo desde su puesta en marcha en 2013, ofrece una exquisita mezcla de nostalgia ferroviaria y tecnología puntera.

La concurrida estación de Hakata en la ciudad de Fukuoka es la puerta de acceso a sus cálidos interiores de madera y elementos de diseño clásico capaces de trasladar al viajero en el tiempo.

Desde los asientos a la iluminación, pasando por los muebles y la oferta gastronómica, absolutamente todo está diseñado a medida para el tren, que busca una mezcla entre oriente y occidente para crear un ambiente único.

Japan Seven Stars Train.
Absolutamente todos los elementos están hechos a medida para el tren Siete Estrellas.

El tren, que toma su nombre de las siete prefecturas de Kyushu, propone recorridos de dos y cuatro días alrededor de la isla entre el mar y las montañas.

Con un nombre que evoca por sí mismo el glamour de los grandes viajes clásicos, el Transiberiano​ conecta este y oeste de Rusia.

La reserva, que tiene un precio desde 4.900 euros por persona en el trayecto de cuatro días, no es tan sencilla, sin embargo, como tirar de tarjeta de crédito. El tren solo tiene capacidad para 28 afortunados pasajeros y la demanda es tan elevada que los futuros pasajeros tienen que concursar en una suerte de lotería para poder comprar los billetes.

Golden Eagle Trans-Siberian Express, Rusia

Con un nombre que evoca por sí mismo el glamour de los grandes viajes clásicos, el Transiberiano conecta este y oeste de Rusia.

Desde Moscú y a través de los Urales, la estepa discurre magnífica e interminable desde las ventanillas de este tren, que evoca el trazado de un complejo sistema de rutas y convoyes con más de 9.200 kilómetros de longitud y más de cien años de antigüedad.

Golden Eagle Trans Siberian.
Golden Eagle Trans-Siberian.

En su versión turística –y lujosa-, el tren va desde Moscú hasta Vladivostok en la costa este. A lo largo del camino, de 15 días de duración y con un precio que ronda los 14.800 euros, se puede disfrutar de diferentes experiencias que van desde tomar clases de ruso a bailar con la música de un pianista en vivo.

Si hay un tren mítico por excelencia en nuestro imaginario colectivo ese es, sin duda, el Orient Express​, que circula entre Londres y Venecia 

Venice Simplon Orient Express, Europa

Y si hay un tren mítico por excelencia en nuestro imaginario colectivo ese es, sin duda, el Orient Express. El convoy, que circula desde Londres a Venecia pasando por palacios reales o grandes templos de la moda, cuenta con 17 vagones que datan de las décadas de los años 20 y 30 del pasado siglo, rehabilitados para recuperar su antigua gloria art decò.

El chef Christian Bodiguel y su equipo se encargan de preparar a diario deliciosos platos en la cocina del tren, para lo que se surten de productos frescos durante las paradas que realiza el ferrocarril.

Venice Simplon Orient Express. Foto Belmond.
Interiores de lujo del actual Orient Express de Belmond.

El tren cuenta con tres vagones restaurantes: el Côte d’Azur, decorado con vidrieras originales de Lalique, el Etoile du Nord que exhibe una bella marquetería, y L’Oriental que presenta una decoración de paneles lacados en negro.

En el centro del tren viaja el elegante vagón bar, que ofrece un ambiente acogedor donde relajarse tomando unos cócteles o un café, el sitio ideal para conversar con otros viajeros o disfrutar de la música a cargo de su pianista.

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