Colau tarda cuatro días en condenar el ataque al bus turístico

La alcaldesa de Barcelona esperó a que se conozcan los autores del ataque, que recuerda a los sucesos de la kale borroka

Quienes siguen a Ada Colau en las redes sociales saben que es una persona muy activa en sus perfiles. Pero con el suceso del ataque a un bus turístico, realizado por militantes de Arran (organización juvenil vinculada a la CUP), ha tardado cuatro días en condenar el suceso y anunciar que presentarían una denuncia.

“Las protestas contra el turismo no pueden pasar por intimidar las personas ni dañar equipamientos», dijo en un post publicado el domingo a las 15.33.

El suceso se había producido el jueves a la mañana pero recién se conoció públicamente el sábado. Aunque se haya tardado tres días en difundirse, es extraño que la alcaldesa, como máxima responsable de la empresa pública TMB (Transportes Metropolitanos de Barcelona), concesionaria del servicio de buses turísticos atacado, no haya tenido ninguna información del suceso hasta el sábado.

El bus turístico fue detenido cerca del Camp Nou por cuatro jóvenes con sus rostros encapuchados, tal como ocurría en los sucesos de la kale borroka (lucha callejera) en el País Vasco. Pincharon los neumáticos del vehículo y pintaron en los vidrios “El turismo mata a los barrios”.

El segundo teniente de alcalde, Jaume Collboni, el mediodía del sábado dijo por Twitter que condenaba “cualquier acto de vandalismo” y pedía a TMB que investigue el caso. Recién 24 horas después llegaría la primera declaración pública de Colau sobre el suceso.

La oposición critica la demora de Colau

La demora de Colau le ha valido numerosas críticas del arco opositor, así como por su tolerancia ante diversos ataques contra objetivos turísticos, como los hoteles. Según la representante de Ciudadanos en el consistorio, Carina Mejías, “fomentar el discurso contra el turismo provoca estas consecuencias” dijo por Twitter.

En tanto, el presidente del grupo popular en el pleno, Alberto Fernández, afirmó que la “turismofobia” es consecuencia de la “mala gestión de esta actividad económica” en el ayuntamiento.

La Generalitat también denunciará

La Generalitat busca despegarse de las acciones que ha realizado la rama juvenil de la CUP. La agrupación anticapitalista ha permitido que pueda ser investido el gobierno de Carles Puigdemont y ha dado sus votos para impulsar los proyectos de la hoja de ruta independentista.

Pero estas acciones de sus socios políticos empañan la imagen del gobierno catalán, por lo que el consejero de Empresa, Santi Vila, anunció que ha encargado a los servicios jurídicos de su departamento que estudien medidas legales contra los responsables del ataque.

 

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