Desintoxicación low cost: el nuevo negocio turístico de Tailandia

Tailandia halla un productivo nicho de negocios: clínicas de rehabilitación low cost en resorts en lugares de ensueño

Tailandia está decidida a dar un giro de 180 grados a su imagen turística: de la masificación de sus playas y del mercado de sexo y alcohol en Bangkok y otras ciudades, ahora se presenta como la meca de las clínicas de desintoxicación, donde los programas de rehabilitación son cuatro veces más baratos que los de Europa o Estados Unidos.

Las razones para promover el turismo de desintoxicación no es sólo el coste de las clínicas, que son resorts ubicados en lugares paradisíacos.

La comida en Tailandia es muy barata (según los parámetros occidentales), y las pocas restricciones a los visados permiten que cualquier turista aterrice en el país asiático, pase rápidamente por migraciones y ponga rumbo a alguna clínica para luchar contra sus adicciones.

Nada que ver con las largas listas de espera en clínicas públicas o privadas del primer mundo.

Recuperarse en un lujoso resort

Uno de los centros más famosos es The Cabin Addiction Services Group. En realidad esta es una multinacional con varias clínicas de desintoxicación, con sedes en Dinamarca, los Países Bajos, Sídney y Melbourne. En Tailandia cuenta con seis centros, además de otros dos en Hong Kong y Singapur.

La clínica más exclusiva de Tailandia cobra cuatro veces menos que los centros de rehabilitación de EEUU o Europa

Según indica su presidente Adrian Crump a Bloomberg, la mayoría de sus clientes son extranjeros, sobre todo de los países árabes.

Menores costos

En la ciudad de Chiang Mai, The Cabin cuenta con 120 residencias con piscina privada, áreas para comer, gimnasio y espectaculares vistas al paisaje montañoso.

Pese a que sus precios son los más altos del país (13.200 euros por un mes de estadía), estos son cuatro veces más baratos que famosas clínicas occidentales como el Centro Betty Ford o The Meadows, cuya factura mensual ronda entre los 56.500 y los 45.280 euros, respectivamente.

El buen negocio de la rehabilitación

Según el centro de investigación Kasikorn, este sector recaudó 1.300 millones de euros el año pasado. “Tailandia puede convertirse en el hub de las rehabilitaciones de las adicciones de Asia, o incluso del mundo”, se frota las manos Darren Lockie, cofundador de Lanna Rehab, una clínica de 24 plazas desplegadas a todo lujo en un campo de arrozales.


Publicidad institucional de la clínica tailandesa The Cabin.

Aunque su cobertura está integrada en varias pólizas de salud occidentales, la mayoría de sus clientes prefieren pagar en efectivo y obtener resultados rápidamente.

Desintoxicación mística

Incluso hay sitios donde salir del infierno de las drogas y el alcohol es gratis. O al menos, no hay que pagar la estadía. Es lo que sucede en el templo de Thamkrabok, a dos horas de Bangkok. El tratamiento dura 15 días, y los pacientes se someten a una limpieza (literal) de su organismo con el consumo de hierbas medicinales cultivadas por los monjes.

Los que llegan al templo solo deben pagar su pasaje y las comidas, y mantener en pie la promesa de que nunca caerán en las adicciones. La fuerte carga mística del lugar parece tener éxito, al punto que varios pacientes decidieron cambiar de vida y se incorporaron al monasterio.

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