El amanecer más bonito del mundo tiene lista de espera

Solo 150 coches pueden acceder diariamente al Parque Nacional de Haleakala, en Hawái, y es necesario reservar entradas con hasta dos meses de antelación

A más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, entre volcanes y un manto de nubes que explota de color con la salida de sol, la isla de Maui, en Hawái, cuenta con el que posiblemente sea uno de los amaneceres más bellos del mundo. Para verlo, sin embargo, no basta con madrugar: existe una lista de espera de dos meses (y el espectáculo no está garantizado).

El que se ve desde el Parque Nacional de Haleakala se conoce como el amanecer de la cima del mundo, uno de los espectáculos más increíbles a los que se puede asistir en Hawái -calificado por muchos viajeros como una vista única en la vida- y se localiza en la segunda mayor isla del archipiélago: Maui.

Para controlar la afluencia de viajeros que buscan disfrutar del amanecer es necesario reservar la entrada al parque si se accede entre las 3 y las 7 de la mañana

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Amanecer a 3.000 m de altura

Tan bello como concurrido, las autoridades del Parque Nacional instauraron un servicio que limita las visitas al parque (o más bien, a los aparcamientos del Summit District, el punto álgido) entre las 3 y las 7 de la mañana con el objetivo de controlar las visitas en este momento mágico.

Haleakala, Hawai. Foto: Karl Fredrickson | Unsplash.
Haleakala, Hawai. Foto: Karl Fredrickson | Unsplash.

Así, para asegurarse el acceso al amanecer de Haleakala en todo su esplendor hay que reservar a través de la web del parque, que acepta una antelación de hasta 60 días y tiene un precio de 1 dólar por vehículo.

Este precio no incluye la entrada, que debe pagarse en la puerta de acceso (el ticket tiene una validez de tres días, vale la pena guardarlo por si tenemos que intentarlo en más de una ocasión).

Aunque el día anterior hayas estado tumbado en la playa a 30º, acuérdate de llevar ropa de abrigo: a 3.000 m de altura la vas a necesitar

Una vez dentro, existen 150 plazas de aparcamiento disponibles que se dividen en las zonas de Pu`u Ula ula o Red Hill Summit (3050 m), Haleakala Visitor Center (2970 m), Kalahaku Overlook (2840 m) y Leleiwi Overlook (2690 m).

El lugar exacto de aparcamiento se determina por orden de llegada, ya que no está indicado en el pase, y justo por eso hay que tener en mente que el madrugón será épico, ya que se recomienda, al menos, llegar al menos media hora antes de la salida del sol a Centro de Visitantes de Haleakala (el más elevado).

Haleakala. Foto: Pixabay.
Es una de esas vistas que cortan el aliento. Foto: Pixabay.

Un apunte al respecto: En el verano, el sol sale a las 5:38 mientras que en invierno puede llegar hasta las 6:55.

Además de las reservas, el personal del parque reserva una pequeña cantidad de pases para ofrecerlos como de último minuto 48 horas antes de cada día.

Lo que debes saber

Además de la reserva -el riesgo de que las condiciones climatológicas no sean las mejores existe y hay días que la niebla, las tormentas o la lluvia impiden ver el amanecer- existen otros trucos que es mejor tener en cuenta antes de aventurarse a la cima del Haleakala.

En primer lugar, asegúrate de llevar el depósito de gasolina bien lleno, ya que no hay forma de repostar una vez en el parque. Además, lleva ropa de abrigo; aunque estés en Hawái, a 3.000 m de altura hará frío (concretamente, 1º menos por cada 100 m que asciendas, así que la diferencia térmica puede ser de hasta 30ª con el nivel del mar).

Además de pantalones largos, jerseys, polares y chubasqueros, es buena idea coger alguna manta extra para esperar en el coche, así como botas de trekking para hacer algún tramo de los senderos del parque.

Haleakala. Foto: Tevin Trinh | Unsplash.
Haleakala. Foto: Tevin Trinh | Unsplash.

Después del madrugón te apetecerá tomar algo caliente, ¿verdad? Pues llévatelo; en el parque no se venden comidas ni bebidas.

Y, por supuesto, no olvides tu cámara y tu móvil.

Más allá del amanecer

La mayoría de los visitantes -quizás algo ateridos por el frío- se marchan inmediatamente después de la salida del sol, pero es buena idea quedarse un rato más para disfrutar de un espectáculo extra: el de los colores del amanecer extendiéndose por todo el paisaje del parque hasta donde alcanza la vista.

Con más de 130 km2, el Parque Nacional de Haleakala ofrece además un sinfín de senderos por explorar, con vistas dramáticas y rincones que destilan magia.

Además, y pese a la fama del amanecer, la puesta de sol, un momento mucho menos masificado, también regala un espectáculo deslumbrante que da paso a un magnífico manto estrellado.

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