El desierto de Arabia se convierte en un museo al aire libre

En el desierto de Al Ula una quincena de talentos crean gigantescas obras de arte para promover las visitas a este sitio de yacimientos arqueológicos

El gobierno de Arabia Saudí confía en que los restos arqueológicos del desierto de Al Ula se conviertan en la nueva Petra, con sus tumbas de gran tamaño esculpidas en las rocas de los cañones, y ahora apuesta por el arte para promoverlo.

Homenaje al desierto

La muestra Desert X Al Ula consiste en la instalación de obras de gran formato de 14 artistas de diferentes partes del mundo, creadas para homenajear al pasado comercial de la península arábiga como puente de comercio y cultura entre Oriente Medio y el Mediterráneo.

[Para leer más: ¿Será Al Ula la próxima Petra?]

Los artistas invitados provienen de Arabia Saudí, EEUU, Egipto, Líbano, Francia, Dinamarca y Puerto Rico, que permitirán que los visitantes (que tendrán que viajar una hora y media desde Riad para ver las obras) puedan interactuar con las obras.

Los trampolines gigantes de Manal Al Dowayany. Foto: Lance Gerber

Los trampolines gigantes de Manal Al Dowayany. Foto: Lance Gerber

Trampolines en la soledad

Por ejemplo, el artista Manal al Dowayan en “Ahora me ves, ahora no” desplegó una serie de trampolines que parecen charcos de agua en el paisaje, que además de permitir saltar, ofrecen un efecto fascinante cuando a la noche se iluminan y cambian de color.

En “Mirage” (espejismo), una serie de letras de caligrafía árabe se acumulan como si fueran una tienda de campaña, en donde los visitantes pueden entrar debajo de ellas y caminar entre juegos de luces y sombras.

Los trampolines gigantes del artista Manal al Dowayan permiten que los visitantes puedan saltar y ver cómo los círculos elásticos cambian de color por las noches

Creada por el artista franco-tunecino El Seed, el color beige de las letras dan la impresión que desaparecen en el paisaje, tal como sucede con un espejismo.

DXA+El+Seed+1+Lance+Gerber

Las letras gigantes de El Seed forman una estructura gigante. Foto: Lance Gerber

Piedras de colores

En el caso de Mohammed Ahmed Ibrahim, fue por el camino contrario: pintó unas 320 rocas de todos los tamaños con una gran diversidad de colores, que parecen huevos de animales prehistóricos pasados por un Photoshop. Su idea es enseñar la fragilidad de un ecosistema como el desierto.

[Para leer más: El restaurante más caro del mundo viaja de Ibiza a Arabia Saudí]

Rashed Al Shashai, para su obra “Un pasaje conciso”, montó dos gigantescas pirámides con palets de madera enfrentadas entre ellas, iluminadas por un sugerente color púrpura.

DXA+Nassar+Al+Salem+3+Lance+Gerber+ +LEAD

El cilindro gigante de Nassar Al Salem. Foto: Lance Gerber

La idea es que la persona pase por el angosto desfiladero artificial y conozca la historia de la herencia comercial de la región al contemplar esta escultura realizada con las plataformas de madera que se usan para el intercambio de mercancías.

Las herencias de Al Ula

La obra de Nasser Al Salem consiste en un gigantesco cilindro de aluminio, que refleja de manera distorsionada el paisaje de Al Ula. Al entrar las paredes internas presentan la inscripción Amma Qabel, que significa ‘Lo que precede’, una manera de reflexionar sobre el paso del tiempo, el pasado y el futuro.

La estatua de una mujer totalmente pintada de azul, en medio de las rocas marrones, inquieta al visitante

Unas 6.000 pequeñas latas viejas, agrupadas como si fueran el curso de un río, es la manera en que el arista Zahrah Al Ghamdi recuerda la riqueza agrícola que alguna vez supo tener la región de Al Ula.

DXA+Lita+Albuquerque+12+Lance+Gerber

La mujer del futuro de Lita Albuquerque. Foto: Lance Gerber

Lita Alburqueque creó una inquietante mujer pintada de azul, en posición de loto en la cima de una formación rocosa, que se supone que es una mujer del futuro que llega para alertar del cambio climático. A su alrededor, una serie de manchas azules en el paisaje advierten sobre su presencia.

Estas obras se podrán ver hasta el 7 de marzo, y las visitas -que son gratuitas- también incluyen los gastos de transporte.

a.
Ahora en portada