El fuego del Alt Empordà da un mazazo al turismo rural

Los incendios de Girona tendrán un impacto negativo en los alojamientos de interior de la zona, que esperan el cese del fuego para hacer más valoraciones

Nuevo golpe para los hoteles del interior. Los incendios en el Alt Empordà (Girona) que se han declarado este domingo han arrasado uno de los entornos naturales más importantes de Catalunya, que cuentan con una fuerte presencia de turismo rural.

A pesar de que los hoteleros, restaurantes, empresas de ocio, carreteras, trenes y demás servicios implicados en la actividad turística de la Costa Brava funcionan con total normalidad, el sector apunta que el fuego tendrá consecuencias directas en las reservas que se efectúan a ‘última hora’.

“Hay que esperar a que el fuego se apague para comparar la ocupación que había en semanas anteriores en la zona y ver la evolución. Aunque lo normal ahora es que se produzcan cancelaciones en las contrataciones que estaban en el aire”, explican hoteleros de la comarca afectada.

44 alojamientos rurales

De cara al futuro, el incendio forestal tendrá un impacto negativo en el turismo rural, tras los daños del medioambiente. El fuego ha arrasado más de 13.000 hectáreas de terreno.

El portal Escapada Rural, que aglutina actualmente el 72,39% de los alojamientos de la provincia de Girona –unos 409 de las 565 casas registrados en el Instituto Nacional de Estadística (INE)–, explica que aún es “pronto” para saber qué consecuencias tendrá en los establecimientos de la región, aunque asegura que se verán perjudicados.

De las casas gerundenses, sólo 44 se identifican en su ficha como pertenecientes al Alt Empordà, la zona arrasada por el fuego. Entre los alojamientos con calendario actualizado en Girona, se registra una media de ocupación alrededor del 50% en julio.

Cambio del viento

El conseller de Interior de la Generalitat, Felip Puig, ha señalado recientemente que un cambio “radical” del viento en la zona –de dirección norte a sur– permite ser “razonablemente optimistas” respecto a la evolución del fuego. Así, de consolidarse esa nueva situación meteorológica, las llamas avanzarían hacia la zona ya quemada, con lo que facilitaría su control.

El mayor peligro todavía es que las llamas salten el embalse de Boadella y se dirija hacia la Alta Garrotxa, que es muy boscosa. Por ello, se ha desocupado un cámping en el municipio de Sant Llorenç de Muga.

Además, unas 600 personas, la mayoría turistas, están refugiados en el cámping de Albanyà, donde se han quedado por seguridad. Entre ellos hay 150 niños alemanes.

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