El Guggenheim se queda pequeño

Su director reclama que se amplíen las instalaciones si el museo quiere conservar su posición de vanguardia. También pidió que se vuelvan a adquirir obras de arte, suspendidas hace cinco años

El Guggenheim de Bilbao impacta con su presencia al lado de la ría de la capital vizcaína. Las retorcidas formas del diseño de Frank Gehry son un emblema del arte y la arquitectura, pero como un traje de buena calidad que dura muchos años, al cabo de un tiempo ya queda ajustado. Y es lo que sucede con el museo: necesita más espacio.

Su director Juan Ignacio Vidarte dijo que el museo tiene problemas de capacidad y necesita «contar con espacios adicionales» si quiere seguir al frente «de la posición de liderazgo entre las instituciones museísticas del mundo».

Vidarte recordó que hace ocho años hubo una iniciativa de abrir una extensión en la comarca de Urdabai, pero al final quedó bloqueado por la oposición del gobierno vasco, dirigido por PSE-EE, que argumentó que no se podía encarar esa inversión cuando la administración se encontraba en plena crisis económica.

Ahora que se supone que la crisis ha menguado, Vidarte aprovecha a reflotar la idea: la plasmación del proyecto de Urdabai «no depende solamente de la voluntad» de los responsables del Museo bilbaíno, dijo, sino de «la capacidad y de la decisión de las instituciones públicas que tendrían que colaborar en su financiación».

El Guggenheim quiere nuevas obras

El reclamo del director del museo se realizó en el Foro Nueva Economía. Pero no fue el único pedido: también solicitó que se retome, «en el corto plazo», la compra de obras para los fondos del museo, que lleva suspendida hace cinco años.

Actualmente, el Guggenheim cuenta con 130 obras de 64 artistas, que han supuesto una inversión de 110 millones de euros, pero que ahora tienen un valor de 770 millones. «Esta es la columna vertebral del museo y su mejor garantía», dijo Vidarte.

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