El reloj de la Puerta del Sol de Madrid vuelve a dar las horas

El reloj de la Real Casa de Correos estuvo inactivo cinco meses por las obras en el edificio

Tras cinco meses de silencio, el reloj más famoso de Madrid volverá a dar las horas. Se trata del mecanismo de la Real Casa de Correos, aunque popularmente se lo conoce como el reloj de la Puerta del Sol, en el auténtico corazón de Madrid.

El edificio pertenece al gobierno de la Comunidad de Madrid, que a comienzos de las obras de restauración decidió detener el delicado mecanismo de engranajes y campanas, ya que la esfera iba estar expuesta a las obras y el polvillo podría perjudicarlo.

Este martes la espera terminó: un relojero especializado volvió a poner en marcha el mecanismo y se han quitado las lonas que lo cubrían.

Actualmente el reloj es la única parte a la vista, pero de a poco se irán retirando las lonas: en Navidad la fachada principal se presentará sin andamios, aunque los trabajos continuarán en los sectores laterales y la parte trasera hasta mediados del 2018.

Las obras en la Real Casa de Correos se iniciaron a principios de mayo porque se detectó que había fragmentos que podían caer a la vía pública. El frente cuenta con partes de piedra caliza, que por la contaminación y las inclemencias climáticas se erosiona y pierde su estabilidad.

Curiosidades del famoso reloj

El reloj de la Plaza del Sol es una postal habitaual en las cámaras y móviles de los turistas, así como compañía habitual de madrileños madrugadores, trabajadores con prisa y jóvenes que dejan pasar el tiempo entre bebidas y tabaco. Aquí es donde se celebra la Nochevieja más televisiva de España, y desde hace 151 años no ha dejado de marcar las horas.

Su origen se remonta a 1866, cuando el relojero español José Rodríguez Losada donó la pieza al Ayuntamiento de Madrid, que tardó tres años en construir. Su péndulo mide tres metros, y la precisión es tan alta que apenas se retrasa cuatro segundos al mes.

Su complejo mecanismo casi le cuesta la vida a algunos importantes funcionarios, cuando en 1928 una de las pesas se desprendió y cayó traspasando suelos, hasta llegar al despacho principal del gobernador. En la Guerra Civil, sus esferas quedaron muy dañadas por los bombardeos.

Desde 1962, cuando comenzaron las primeras transmisiones televisivas de la Nochevieja, la fama del reloj se multiplicó no sólo por España sino por el resto del mundo. 

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