El turismo gourmet de cerveza echa a andar

El incipiente mercado gana enteros como producto turístico. Las visitas y catas de cerveza artesanal a pequeñas factorías generan aún un volumen de negocio muy pequeño, pero su crecimiento es exponencial.

Cuando muchas bodegas de vino se lo juegan todo al enoturismo, un incipiente mercado aspira a competir en el sector de los fermentados. Las visitas y catas de cerveza artesanal a pequeñas factorías generan aún un volumen de negocio muy pequeño, pero su crecimiento es exponencial.

Así, aunque los ingresos generados por los tours de cerveza son “aún diminutos”, atesoran grandes posibilidades turísticas. El diagnóstico lo hace Ramon Ollé, jefe de logística de Rosita, cerveza artesanal producida en el área de Alcover (Tarragona).

“Como producto turístico, sus posibilidades son muy grandes. Las catas duran una hora y media, y después los visitantes se quedan en el pueblo a comer o visitar el museo”, indica.
 

 
CCM y la Rosita facturarán este año más de medio millón

 
En un año, más de 2.000 personas se han acercado a la fábrica de Rosita, un 25% más que en 2012. “Esto va al alza”, añade Ollé.

Más veteranos, la Companyia Cervesera del Montseny (CCM) también admite volúmenes crecientes de visitantes. “Abrimos tres sábados al mes y a menudo llenamos”, asegura Julià Vallès, administrador de la CCM.

Las catas-vermouth en esta fábrica de Seva (Barcelona) empezaron seis años atrás, y desde entonces se han consolidado. “Los ingresos son un sobresueldo para los trabajadores”, asevera el productor. Ahora, la CCM ha creado packs-regalo.
 

 
Las pequeñas factorías crecerán exponecialmente en turismo

 
Ambos cerveceros coinciden en que se dirigen a un mercado amplio. Entre los visitantes más recurrentes, destacan grupos de amigos, empresas y compradores particulares y al por mayor.

“La gente está acostumbrada a visitar bodegas de vino y cava. Es ahora que los cerveceros artesanales empezamos a ganar altura”, apostilla Ollé.

En cualquier caso, CCM y la Rosita facturarán este año por encima del medio millón de euros. Los productores coinciden que las visitas, ya sea por el boca a boca o las redes sociales, son también una potente herramienta de marketing.

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