Casa Delfín: pasión por la cocina tradicional en el Born

A pocos pasos del antiguo Mercado del Born se encuentra la centenaria Casa Delfín, con una propuesta gastronómica que se centra en la cocina mediterránea

Hace poco más de cien años el Mercado del Born era un hormiguero de carros con frutas, verduras y carnes, estibadores, comerciantes y clientes, que sea la hora que sea concurrían a las tabernas de los alrededores para calmar el hambre con platos tan calóricos como abundantes.

Ahora el mercado es un centro cultural y arqueológico, los carros fueron reemplazados por las bicicletas y los patinetes eléctricos, en el barrio hay más turistas que residentes, y de aquellas viejas casas de comida pocas sobreviven conservando su espíritu.

Más de cien años en el Born

Una de ellas es Casa Delfín, establecimiento fundado en 1907 y que en el año de su centenario fue comprado por la sociedad de José Lombardero y Kate Preston.

CasaDelfin621 min
Vista de la terraza sobre el paseo del Born. Foto: Casa Delfín.

[Para leer más: Ajoblanco: la sencilla receta de un restaurante sofisticado]

Este matrimonio, propietarios del grupo que regentea los restaurantes Ajoblanco, Taller de Tapas y Ultramarinos, se encargo de renovar la propuesta gastronómica del local pero sin perder las raíces.

La carta de Casa Delfín está basada en la cocina mediterránea pero con trazas de la influencia gallega que aporta su dueño José Lombardero

La decoración de Lázaro Rosa Violan se encarga de mantener ese espíritu: mesas de madera, muebles con anuncios que cargan varias décadas, lámparas de esferas que parecen sacadas de un anticuario, anuncios añejos, aparadores de madera, espejos y un arte de grabados dorados en el techo que magnetiza las miradas.

Carta mediterránea

A diferencia de otros establecimientos del barrio, su carta no está pensada para el turista: aquí los residentes y visitantes se sienten igual de cómodos, donde se puede descubrir una carta basada en la cocina mediterránea pero con trazas de la influencia gallega que aporta su dueño José Lombardero.

CasaDelfin0418 22 min
La decoración mantiene el espíritu centenario del local. Foto: Casa Delfín.

En un repaso rápido de su menú se puede ver que ofrecen, entre las tapas tradicionales y los platos de cuchara, la ensaladilla rusa con ventresca, los choricitos artesanos al cava, los garbanzos con morcilla y las croquetas cremosas de jamón ibérico o de pollo de corral.

[Para leer más: Una guía para descubrir los secretos de Barcelona paso a paso]

Como platos principales se cuentan el canelón de pollo, foie y bechamel de setas, varias carnes con sello de denominación de origen, la hamburguesa de la Kate con ternera y queso de cabra, el pescado fresco de lonja, la paella de pescado y marisco con arroz de Pals o el suquet de pescadores.

Ensalada healthy CasaDelfin280
Ensalada healthy. Foto: Casa Delfín.

De postres se puede optar por el coulant de chocolate de Madagascar, el milhojas de nata con fresas y chocolate, la tarta de queso sobre galleta de pistacho, todo acompañado por una amplia oferta en bodega. 

Combinación de sabores

En la degustación ofrecida a la prensa pudimos tener un buen panorama de la carta de Casa Delfín. Tras las croquetas de queso gorzongola y nueces, y las de jamón, llegaron los berberechos al vapor, las gambas rojas de costa al ajillo y los pies de cerdo con setas.

berberecchos
Bereberechos al vapor. Foto: JP Chuet.

Este plato merece un reconocimiento porque las líneas que imprime Lombardero logran una preparación sabrosa y crujiente, que ahuyenta los perjuicios sobre este plato.

El cierre llegó con una contundente paella de mar y montaña, donde entre el arroz se encontraban deliciosos trozos de conejo, calamar, gamba roja, pollo y almendra. Para que todo el mundo se quede conforme.

Las opciones del mediodía y la cena

En estos días que el verano impone su ley climática, si se llega al mediodía se sugiere probar estos platos en el salón interior, donde corre el fresco gracias a los amplios ventanales siempre abiertos.

gambas
Gambas al ajillo. Foto: JP Chuet.

Pero si la opción es la cena, la terraza ofrece unas interesantes vistas de la basílica Santa María del Mar y del Centro de Cultura y Memoria El Born, heredero de aquel mercado que hace cien años era uno de los motores económicos de la ciudad.

a.
Ahora en portada