Cómo evitar ser timado en un restaurante italiano

Aunque presenten una excelente gastronomía, muchos restaurantes italianos tienen algunos trucos y servicios adicionales que pueden disparar el precio

Los cobros exagerados en algunas ciudades turísticas europeas se han hecho virales. En pleno verano de este año, una pareja de turistas que se encontraban visitando la isla de Formentera hicieron público su caso. Un chiringuito llamado “Juan y Andrea”, ubicado en el sector de Ses Illetes les cobró 337 euros por un almuerzo sin grandes lujos. El argumento de los dueños ante tan elevado precio era que el local se había convertido en un sitio de moda después de la visita de personajes como Robert de Niro y Leonardo di Caprio, entre otros.

Otro caso aún más descarado fue en Venecia, y los afectados fueron Luke Tang, un profesor inglés de 40 años y sus padres. Luego de una comida en la Trattoria Casanova en la plaza de San Marcos, que constaba de un plato de pasta, dos antipastos, 20 ostras y 3.5 kilogramos de pescado a la parrilla, tuvieron que pagar una cuenta de 526 euros.

Comentarios como: “en Italia siempre estafan a los turistas” o “por eso es mejor no ir a Venecia” inundaron Facebook y Twitter (sobre todo en Inglaterra). Cerodosbé aporta unas cuantas recomendaciones para que se evite alguna incómoda situación como la de Tang, si se desea visitar Italia y comer en alguno de sus restaurantes sin problemas

Si se sienta paga más

Una de las costumbres que aún se realiza en algunos restaurantes italianos, bien sea en el más fino de Roma o el bar más modesto de Nápoles, es que se cobre más a los clientes que ocupen una mesa. Así pues, es normal que en cualquier pueblo cobren unos 20 centavos de más por un café espresso “sentado”.

Para evitar sorpresas, hay que estar atento a que en el menú o listino di prezzi se diferencien los precios de los productos si se toman “al tavolo” o “al banco”.

Quizás 20 centavos podría parecer poco, pero en ciudades turísticas como Venecia puede superar los dos euros, e incluso se puede cobrar un cargo extra de música por sentarse fuera.

Calcular el peso

El pescado puede ser un arma de doble filo en los restaurantes italianos. Por lo general, este producto se suele cobrar por su peso, así que lo mejor es ser muy específico de antemano. Hay que pedir un precio aproximado o hacer las cuentas entre el peso y el precio por gramo, y si es necesario se puede pedir que pesen el animal antes de ser cocinado.

Orata al horno con patatas.
Orata al horno con patata, uno de los clásicos platos con pescado de Italia. 

Algunos cortes de carne como el bistec fiorentino también se les suele aplicar este método de cobro, pero no es tan recurrente como el caso de los pescados. El hecho de que estos platos se cobren de esta extraña manera no indica que no se deban pedir, ya que son unos de las estrellas en la gastronomía italiana menos conocida; solo se debe andar con cuidado y hacer muy bien las cuentas a priori.

Atención con los extras

La mayoría de los restaurantes italianos suelen cobrar por un coperto. Productos que se sirven como acompañantes de las comidas principales como pan, aceitunas o bruschetta; pero si es algo más que eso ya se le puede considerar un extra, y por supuesto será cobrado aparte.

En varias ocasiones los meseros llevan a la mesa un limoncello o un postre al final de la cena sin preguntar, lo cual puede confundir a los comensales. Si no se está seguro que estos productos están incluidos en el coperto, lo mejor es preguntar y salir de dudas. Quienes hayan estado en restaurantes de Portugal recordarán que esta también es una práctica habitual.

bruschetta
La bruschetta es uno de los copertos más populares de Italia. 

Comparar menús

Algunos inescrupulosos se aprovechan de quienes no dominan el italiano. En reiteradas ocasiones varios restaurantes han sido demandados por ofrecer dos cartas con precios diferentes.

Si el cliente nota alguna irregularidad en los precios de la carta en inglés, o en cualquier otro idioma, es mejor pedir una carta en italiano y comparar. Varios turistas se han encontrado con productos en los que se aclara: service not included, pero en el menú en italiano está incluido en el coperto.

Siempre pedir un recibo

Cualquier irregularidad en el servicio se puede hacer un reclamo ante las entidades competentes. Así que para ello será necesario un recibo detallado que por ley en Italia se debe dar al cliente al final de su compra. Además la cuenta tiene que tener los datos fiscales, no sirve un papel cualquiera escrito a mano. Si hacen eso, es que la comida no queda registrada y puede ser motivo para no pagar impuestos.

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