Diez freidores en Cádiz para chuparse los dedos

Cádiz se prepara para un verano diferente, en el que el turismo nacional será el predominante. Aparte de eso, pocas cosas van a cambiar. La provincia andaluza hace mucho que abandera los encantos y placeres de la buena vida, especialmente en lo que a la mesa se refiere. Lo comprobamos, por ejemplo, en las interesantes freidurías de pescado y marisco que han abierto sus puertas en los últimos años en sus principales localidades, no solo las que están a pie de playa.

Nuevos locales aliados con el diseño y los estándares de la restauración más moderna se suman a las freidurías míticas aportando un más que necesario aire fresco.

Clásicos y recién llegados apuestan por la materia prima de calidad, pero sin obviar nuevas presentaciones e incluso acompañando el buen marisco de siempre con guisos y tapas de altura. Hemos seleccionado una decena que nos harán la boca agua…

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1. Romerijo (El Puerto de Santa María)

Si hay una institución en lo que a cocedero y freiduría de marisco se trata, ese es Romerijo. Abierto en El Puerto en 1952, es el más popular y el que concentra tanto a locales como a visitantes. Actualmente cuenta con varios establecimientos, pero nos quedamos con el de la Ribera del Marisco.

La gamba blanca y los camarones son algunos de sus mariscos estrella y no podemos dejar de probar las cañaíllas, moluscos que pocos fuera de la Bahía han probado (Calle Ribera del Marisco, 1. El Puerto de Sta María).

2. Casa Sobrina (Cádiz)

Es el nuevo local de moda, tanto que hasta recibe visitas de famosos que veranean en la provincia de Cádiz. Abierto el año pasado, Casa Sobrina es un freidor a la antigua en cuanto a su decoración, pero con un toque de modernidad y una decoración muy iconoclasta (sifones, rótulos a mano, vajilla cuidada…) creada por Pez Espacio Creativo.

Encontraremos el cartucho de pescado de siempre, pero acompañado de tapas como las papas aliñás, la caballa con pimientos o el salmorejo con mojama. Para gourmets (Calle Nueva, 1).

3. Mariscos Castilla (Chiclana de la Frontera)

Esta empresa de Chiclana abrió hace dos años un cocedero bar de mariscos que completa una labor de muchos años como pescadería y venta de marisco fresco. Con una decoración exquisita en tonos marineros, es imposible no dejarse llevar por los sabores de sus raciones de langostinos, colas de gambones fritas, cazón, huevas de choco, ortiguillas…

Se completa con ensaladas de marisco (más de media docena a elegir) y mucho más (Camino del Mirto, 3. Chiclana de la Frontera).

4. Casa Manteca (Cádiz)

Los hermanos Ruiz Fabrellas prefieren llamarlo freidor a freiduría. Ellos son los responsables de uno de los últimos que han abierto sus puertas en Cádiz capital, acompañados de su buena fama como restauradores.

En pleno barrio de La Viña se encuentra Casa Manteca, que destaca por sus chocos fritos y su cazón en adobo. Es posible encargar la fritura con rebozado de harina sin gluten. El freidor completa la taberna que fundó la familia en 1953 y que es uno de los locales con más carisma de la ciudad (Calle Corralón de los Carros, 66. Cádiz).

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5. El 15 (San Fernando)

El cocedero de mariscos El 15 es uno de esos lugares que, aunque no salga en muchas guías, cuenta con el respaldo unánime de los locales, que aprecian la calidad de su materia prima.

Que no nos despiste su ubicación un tanto retirada. Si lo que queremos es degustar mucho marisco, bueno, fresco y a un precio excelente, debemos ir allí. Está especializado en mariscadas, que nos llenarán la mesa de cigalas, gamones, gambas, pulpo, cañaíllas… (Calle Mecánico, 20. San Fernando).

6. Mi Capricho (Jerez de la Frontera)

En el jerezanísimo barrio de San Miguel se encuentra uno de esos bares que han hecho de la fritura y el cocido de marisco un arte. Se trata de Mi capricho, regentado por Manuel González Almagro, conocido popularmente como ‘El Chule’.

El local lleva abierto 40 años y tiene un plato estrella: las Bocas de la Isla. Pero no solo eso: chocos, boquerones, pijotas… que acompaña de ricas ensaladas y todo tipo de picotea. Una parada allí, entre naranjos, es mucho más que buena vida (Calle San Miguel, 9. Jerez de la Frontera).

7. Freiduría Las Flores (Cádiz)

Un clásico que nos servirá ‘papelones’ de fritura con un poquito de todo, variados de chocos, pijotas, boquerones, langostinos…. No faltan las huevas fritas o las puntillitas, que en esta freiduría del centro de Cádiz las bordan.

Aunque es posible comprar la fritura al peso y llevársela a casa, merece la pena disfrutar de su terraza y dejarse llevar por el ambiente de la plaza y alrededores. En su carta también tienen caballa en adobo y tortillitas de camarones (Plaza Topete, 4. Cádiz).

8. Freidor Bajo de Guía (Jerez de la Frontera)

Abierto el año pasado, en el centro de la ciudad, este freidor trae a Jerez lo mejor de la lonja de Sanlúcar. Se puede tomar en el local o llevárselo a casa en el clásico papelón, cartuchos en los que la materia prima es de lo mejor.

Destacan sus galeras de coral fritas (en temporada), pero también sus calamares, las acedías o las pijotas. La pescadilla y el choco frito no faltan en la carta, al igual que el cazón (Calle San Agustín, 10. Jerez de la Frontera).

9. El Rincón de la Morena (Cádiz)

Es una de las freidurías clásicas de la capital. El Rincón de la Morena está en el barrio de La Viña y completa las frituras con croquetas de varios rellenos y papás aliñás, entre otras tapas.

Pero es por su pescado por lo que destaca, con gambones, huevas, chipirones, chocos, caballas, doradas… que se cocinan a la plancha o fritas. Como su nombre indica, es la morena el plato estrella, pero tampoco podemos dejar de comer sus acedías, que están para chuparse los dedos (Calle Virgen de la Palma, 36. Cádiz).

10. Casa Bigote (Sanlúcar de Barrameda)

Aunque Casa Bigote es uno de los restaurantes más afamados, no tenemos por qué disfrutar solo de su excelente materia prima sentados a la mesa. La Barra Bigote permite degustar un marisco y un pescado excelente, recién traído de la lonja sanluqueña.

Salmonetes, chocos, atún encebollado, ortiguillas… Las frituras se pueden degustar en tapa, media ración y ración, por lo que dependerá del hambre que tengamos lo que debamos pedir. Nos quedamos con su cazón frito y, claro, los langostinos (Calle Pórtico Bajo de Guía, 10. Sanlúcar de Barrameda).