El vino y un paso más contra el cambio climático

Familia Torres recupera la viticultura más histórica plantando uva ancestral Forcada y recuperando el sistema de bancales

La quinta generación de Familia Torres, fundadora de International Wineries for Climate Action, por la descarbonización del sector, y formada por Miguel Torres Maczassek, Director General y Mireia Torres Maczassek, Directora del Área de Innovación y conocimiento y Directora de Jean Leon, está trabajando muy intensamente en la recuperación de variedades ancestrales para adaptar la viña al cambio climático, en la recuperación de fincas históricas, en la elaboración de vinos de viñedos singulares, y en la lucha contra la emergencia para reducir las emisiones de CO2.

Un proyecto en la DO Penedès, pensando en el cambio climático

La bodega familiar, que este año celebra su 150 aniversario, ha iniciado un importante proyecto de viticultura ancestral y experimentación de cultivos de altura en Alts d’Ancosa, una finca propia en el paraje de Las Escostes, en el municipio de La Llacuna, en la comarca del Anoia.

FORCADA 1         

El objetivo es adaptar las viñas al cambio climático y a la vez recuperar paisajes vitícolas desaparecidos por la filoxera y que hoy son vestigios históricos, en fincas heroicas de montaña como esta, en donde se han empezado a plantar cepas en antiguos bancales, que a su vez se están reconstruyendo de manera artesanal, con márgenes de piedra seca. 

Los paisajes que destruyó la filoxera, casi para siempre

La plaga de la filoxera a finales del siglo XIX, y la posterior mecanización de los campos de cultivo, supusieron el abandono paulatino de las laderas abancaladas de viñedo, por la dificultad de acceso y cultivo, como las de Las Escostes. Aunque los bosques han colonizado muchos de estos bancales como en este caso, aún son visibles las huellas de una viticultura ancestral, con los márgenes y muros de piedra seca que han sobrevivido con éxito al paso del tiempo. 

Viñedos de Las Escostes. Foto: Jordi Elías
Viñedos de Las Escostes. Foto: Jordi Elías​

Recuperación del pasado para asegurar el futuro

Se trata de un viñedo ubicado a 700 metros de altura, que se destinará exclusivamente al cultivo de la Forcada, variedad ancestral blanca, recuperada tras más de 30 años de trabajos científicos por Familia Torres, y que hasta ahora no se había plantado más arriba de 510-550 metros. 

El viñedo, orientado al sur, —que posee un tesoro arqueológico, una barraca de viña de piedra–, es una finca muy especial ya que se extiende entre 25 bancales consecutivos sobre márgenes de piedra seca; los primeros bancales, que aún se cultivaban, se han replantado con cepas de Forcada con el sistema de vaso vaso tradicional, conservando los olivos propios del paisaje mediterráneo y restaurando los márgenes, mientras que los bancales superiores se irán reconstruyendo gradualmente dentro de este proyecto que podría estar acabado en unos tres años.    

FORCADA 2         

Una viña histórica para el escenario más bello

Torres Maczassek, que elogia la estética y la belleza del valle donde se entregan los bancales y que pone el símil de los fenicios como iniciadores históricos de este tipo de cultivos, afirma que: “con esta nueva plantación, queremos recuperar una viña histórica y singular y contribuir a preservar los paisajes y también el patrimonio rural de Cataluña, con los márgenes de piedra seca tradicionales de los cultivos de nuestros antepasados».

Y añade que «al mismo tiempo, queremos buscar los límites de la variedad ancestral forcada, que ya es de maduración tardía, plantándola a mayor altura para compensar los efectos del aumento de las temperaturas”. Para el director general de Familia Torres, esta plantación de variedad y altura inéditas contribuye a una: “viticultura de futuro que dará vinos frescos con buena acidez».

Cabaña primitiva de la Familia Torres. Foto: Jordi Elías
Cabaña primitiva de la Familia Torres. Foto: Jordi Elías

Respeto por el medio ambiente

Familia Torres trabaja siempre la tierra preservando el paisaje, respetando el medio ambiente y fomentando la biodiversidad. En el caso de Las Escostes —donde se han instalado nidos en los arboles de los alrededores para favorecer la reproducción de aves y murciélagos—, se considera al viñedo como un ecosistema, fruto de la labor humana, la viticultura y la naturaleza. Las cepas plantadas en vaso se cultivarán siguiendo los preceptos de la viticultura ecológica y se cosecharán a mano, minimizando el uso de maquinas, lo que a su vez reducirá las emisiones de CO2

La segunda puesta de largo de la Forcada

Forcada es una variedad blanca ancestral autorizada por la DO Penedès, prácticamente desaparecida y que reconstruyó Familia Torres dentro del proyecto de recuperación de variedades prefiloxéricas iniciado hace más de treinta años.

Construcción de un muro de piedra seca. Foto: Jordi Català
Construcción de un muro de piedra seca. Foto: Jordi Català​

Es la única variedad blanca, de las más de cincuenta recuperadas, que por ahora reúne las aptitudes para elaborar grandes vinos que incluso pueden envejecer y además hacer frente al cambio climático, ya que se trata de una variedad de ciclo largo, que madura lentamente y mantiene una marcada acidez. Hasta ahora, estaba plantada en la finca de Mas Palau, en Santa Maria de Miralles, a una altitud de 550 metros, de donde se obtiene una pequeña producción destinada a la alta restauración.

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