Ethniko: múltiples opciones y una gastronomía non stop en Barceloneta

Casi no hay horario para ir a Ethniko: se puede desayunar un brunch al mediodía, tomar una copa al atardecer, cenar o bailar hasta las 06:00 cuando el lugar se convierte en un club nocturno. Es un local pero con múltiples caras.

Su llegada se suma a la ola de nuevos establecimientos que están cambiando la cara, quizás demasiado rápidamente, de Barceloneta, el barrio que era de pescadores y ahora es una de las mecas del ocio en la capital catalana.

Día y noche

Durante el día y hasta que cae el sol el espacio recomendado es su terraza, con la luz que se filtra en la media sombra, los muebles de madera y la decoración que recuerda a los clubes de playa de Ibiza.

A la noche Ethniko se tranforma en un club nocturno, que con sus paredes de hormigón y espacios como el Berlín, en un piso superior (con barra propia) recuerda a las propuestas de discotecas industriales de la capital alemana.

De día el ambiente de Ethniko que recuerda a Ibiza, de noche se disfraza de Berlín

Cuando las mesas de la cena se apartan el salón se convierte en una discoteca, con fiestas al ritmo de deep house o tropical house, donde la zona chill del día se convierte en escenario de djs y músicos por la noche.

Durante el día el local adquiere un aire ibicenco. Foto: Ethniko.

La cocina es saludable. Y exquisita

Este local de dos caras demuestra que la cocina saludable (algunos la llaman healty) puede ser tan exquisita como atractiva para los ojos.

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El cuidado en la presentación es clave en este sitio, como se revela en el original semáforo de humus, donde tres pastas de remolacha, albahaca y cúrcuma se presentan como las pinturas de una paleta. Quizás sea un guiño a la muestra de Van Gogh que está a 20 metros.

Que sea saludable no significa que sea 100% vegetariana. Aunque los amantes de este tipo de cocina tienen muchos platos para elegir, los devotos de las carnes y los pescados no deberían perderse preparaciones como el pincho de pulpo con setas, brócoli y pimientos, así como la tagliata de ternera a la parrilla. Como en su propuesta de ocio, hay opciones para todos los gustos.

De noche el club nocturno recuerda a una discoteca industrial. Foto: Ethniko.

Fusión de sabores

La cocina es de inspiración internacional: en la carta pueden encontrarse platos de inspiración latina, otros mediterráneos y también de Oriente Medio. O de Japón.

Algunas de estas propuestas las hemos podido comprobar in situ. Tras un tiramisú salado (con baba ganush, queso crema, guacamole y olivas), pasaron el celebrado semáforo y un carpaccio de calabaza, con quesos de trufa y de cabra y champignones.

Semáforo de hummus. Foto: Ethniko.

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Tras el pincho de pulpo llegaron el tataki de atún con algas y el solomillo de carne con patatas y tomates. La velada culminó con un cheescake con aguacate, piña y galleta.

Cócteles para la tarde o la noche

Por supuesto que no es lo único que se puede desgustar en Ethniko. Además de diversas ensaladas están el ceviche de camarón, el aguacate relleno de pollo, el poke bowl, el rissotto de trigo sarraceno y los arroces, sean negros o con verduras.

Brocheta de pulpo. Foto: Ethniko.

La carta de cócteles es un capítulo aparte. Sea con el relax del atardecer o al ritmo de los ritmos de discoteca se pueden descubrir las preparaciones de autor inspiradas en sabores como el café, el vermut, el aguacate, la albahaca, el jalapeño o el pomelo.

Esta es la idea de este nuevo restaurante: que cada uno sea libre de elegir el plato, el ambiente y el horario que más le guste.