Granizado casero: una fresquita y saludable bebida

Un granizado casero es una gran forma de consumir helados de calidad con pocas calorías y a la vez hidratarnos

Una de las más interesantes bebidas para paliar los calores del incipiente verano es el granizado. Se puede elaborar a partir de cualquier fruta y de cualquier líquido y solo necesitamos el congelador y una batidora o cualquier electrodoméstico picahielo.

Un poco de historia

Aunque se cree popularmente que el granizado es un invento moderno, no es así. La arqueología ha descubierto trazos del consumo de esta bebida refrescante en la Mesopotamia del siglo XIX a.C., mezclando hielo y zumo de frutas y picándolo todo.

Ya en el siglo VIII los sarracenos lo introducirían en Europa a través de la Península Ibérica. La expansión de los Abbasies y los Omeya en el Creciente Fertil (actuales Siria, Irak e Irán) habían establecido el sabroso contacto, o quizás también las caravanas comerciales que cruzaban Asia Central. 

Granizados 1
Infografía: Jordi Català

El Al-Andalús, transmitiría de oriente una dulce cultura gastronómica como el mosaico de dulces elaborados a base de almendras, avellanas y miel. Y esta exquisita bebida a base de hielo, zumo de fruta, aromas y también miel, como edulcorante.

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Luces y sombras de un producto popular

Un granizado casero es una excelente propuesta para consumir helados con pocas calorías y a la vez hidratarnos. Es una bebida fácil y barata de preparar en casa, para evitar las propuestas industriales donde se dispara la proporción de azúcar y se añaden colorantes, ofreciéndose un producto que en lugar de refrescar produce justamente el efecto contrario por la ingesta de calorías debida a la superposición de azúcares, los naturales de las frutas utilizadas y los añadidos para crear una cierta dependencia. 

Una de las grandes ventajas de preparar granizados caseros es la gran cantidad de ingredientes, incluyendo agua que se pueden utilizar. Lo más común es hacerlos de frutas con sus zumos, pero también se pueden hacer a vase de vino, como en este caso, cavas, licores, café, refrescos de cola, de té, etcétera. 

Un granizado casero de frutos rojos. Foto: Victoria Shes
Un granizado casero de frutos rojos. Foto: Victoria Shes​

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Pero qué es y cuáles son sus virtudes

Siempre que podamos, hemos de optar por lo natural, es más sano y sabroso, y especialmente en el caso del granizado, al contener casi exclusivamente frutas y agua, aunque las frutas también pueden presentar un alto contenido de azúcares. 

Vaso de granizado casero de frutos rojos. Foto: Julia Joppien
Vaso de granizado casero de frutos rojos. Foto: Julia Joppien​

Siempre hay que tener en cuenta que no es lo mismo consumir la fruta cruda, sin procesar (fructosa, fibra, vitaminas…), que beber su zumo, con lo que ello implica de prescindir de los alimentos contenidos en las pieles y en las carnes y pulpas de las frutas, lo que incide en una mayor proporción de azúcares, aunque sean naturales, que de otros nutrientes. 

En ese caso se puede reducir la cantidad de azúcar optando por elaborar el granizado con frutas troceadas en lugar de exprimidas y añadir la mínima, o ninguna cantidad posible de azúcar blanco, o moreno, dependiendo de lo acidulada que sea la bebida. 

En caso de que queramos preparar un granizado casero especial —por ejemplo de café, de té o de refresco de cola— solo tendremos que congelar este líquido y después pasarlo por la batidora, la picadora o el robot de cocina, siguiendo los pasos anteriores. No suele ser necesario añadir azúcar, ya que las bebidas suelen tenerlas de por sí.

Para preparar granizados se puede optar entre dos tipos principales de recetas

La más recomendada, consiste en trocear las frutas (siempre se debe congelar con cáscara), colocarlas en un recipiente y meterlas en el congelador (en un recipiente rectangular plano y tratando de que no se toquen los trozos para evitar que se enganchen).

Dos granizados en vasos de vidrio
Dos granizados en vasos de vidrio​

Cuando estén congeladas, las ponemos en una batidora, picadora o robot de cocina con opción de triturado y le añadimos azúcar, agua fría (si cuesta picarlo) y, opcionalmente, zumo de otra fruta. Picamos hasta que tenemos la consistencia deseada y servimos inmediatamente. Es una receta ideal para granizados de fresas, sandía, melón, melocotón.

La otra variante de la receta del granizado casero consiste en añadir a la batidora, picadora, robot de cocina, cubitos de hielo no muy pequeños, para que den mayor consistencia, y el zumo exprimido elegido más azúcar (al gusto). De nuevo, picamos todo hasta lograr la consistencia deseada y servimos.

Si se necesita rebajar sabores demasiado fuertes, o ácidos (por ejemplo, en el caso del granizado de limón, o de lima), podemos mezclar el zumo exprimido con agua. Este punto es importante en frutas muy ácidas —como el limón— y en las que se obtiene poco zumo, como el caso de las mandarinas. Siempre se puede dar un toque final especial con botánicos, hojas machacadas, menta o hierbabuena. También con frutos rojos o negros. 

Si no tenemos batidora, picadora, ni ningún otro procesador de alimentos, podemos darle la consistencia de forma manual. Necesitaremos trabajar el hielo formado por la congelación del zumo de la fruta o la bebida elegida, raspando con un tenedor o picador de hielo, el bloque congelado hasta que quede una especie de hielo picado y un poco del líquido que este va soltando. Se deja siempre unos minutos fuera del congelador antes de consumir para que no esté tan helado.

a.
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