Greem Café, la cafetería en dos dimensiones que triunfa en Seúl

Las cafeterías hace tiempo que se convirtieron en los espacios más impactantes de Seúl. La competencia entre las grandes cadenas y los locales pequeños es un hecho y todos quieren atraer especialmente al público joven, capaz de catapultarles al éxito gracias a su interacción en redes sociales. Para ello, es fundamental un interiorismo completamente diferente y novedoso. Así, no es de extrañar que esté triunfando un local tan único como el Greem Café.

El ‘efecto wow’ está asegurado nada más ponemos los pies en esta cafetería del barrio de Yeonnam, en el distrito de Mapo (concretamente, en el 223-14 de la calle Yeonnam). Y es que en pocos lugares como este tendremos la sensación de entrar en un cómic en blanco y negro. La decoración está pensada para que tengamos el impacto visual de estar en un lugar en dos dimensiones (de hecho, también se la conoce como la 2D Café).

Entrer en el Green Café es como hacerlo en un cómic en blanco y negro

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‘Efecto wow’

Para conseguir esta sensación, absolutamente todos los elementos del local son de color blanco y se resaltan los bordes de todo el mobiliario de negro, así como las columnas, el techo y cualquier objeto que forme parte de la decoración.

Solo los clientes y los pasteles que allí sirven tienen una nota de color, pues hasta los objetos electrónicos son de color blanco. Lo que más llama la atención es el suelo, que juega también con el mismo efecto, creando la sensación de que estamos pisando un suelo de tablillas colocadas en forma de espiga. Las propias paredes hacen lo propio simulando un enladrillado, como si de una chimenea se tratase.

Solo las tartas y los clientes rompen con notas de color el omnipresente blanco y negro que domina el interiorismo del local

El Greem Café cumple con todo lo que uno espera de una cafetería de moda, especialmente en los detalles de interiorismo y decoración. Así, no hay objeto que esté elegido al azar por Eun-Jin Lee, propietaria y diseñadora de la firma, convertida en franquicia. Las tazas en las que se sirven los cafés son también de color blanco con líneas negras, salvo las que sirven tamaños más altos, que simulan botes de pintura de color rebosante, también sobre fondo blanco. Los platos de porcelana blanca están diseñados a juego, y solo las bandejas dan un toque diferente, al imitar botes de pintura con asas de madera.

Es otro de los juegos estéticos de este local, pues se trata de dar la sensación de que está todo preparado para que llegue una cuadrilla de pintores y le dé color a cada elemento. Eso sí, hasta el momento, no se permite que nadie se ponga a colorearlos. Quién sabe si en el futuro. Lo que sí se puede es disfrutar de una rica variedad de tartas clásicas (Red Velvet, zanahoria…) y todo tipo de cafés espressos y té.

Merendar en esta cafetería ronda los 10 € y solo se permite permanecer en el local y hacer fotos una vez se haya pedido. Si hace buen tiempo, habilitan una terraza en la que siguen jugando con este concepto de 2D, pero con tendederos de los que cuelgan simpáticas prendas de ropa.

En países como Corea del Sur o Japón la decoración de una cafetería se toma muy en serio

Más allá del café 

La tematización de las cafeterías es una tendencia actual en Asia. Si bien la recuperación de espacios industriales está extendida por los cinco continentes, en países como Corea del Sur o Japón se ha dado un giro de tuerca para presentar una experiencia que va más allá de la mera merienda, especialmente si tenemos en cuenta que coreanos y japoneses pueden acudir prácticamente a diario a ellas.

Además, es casi obligatorio que se acompañe de una decoración única, que permita ofrecer algo diferente en redes sociales. Solo a las grandes cadenas se les permite no tener este tipo de oferta. Hay que destacar tanto en la decoración como en la presentación del producto. La calidad del mismo, aunque es buena, suele ser lo tercero en importancia.

Así, surgen espacios como el C27 Cheesecake and Coffee, una cafetería con dos locales en Seúl (en Sinsa y Hongdae, respectivamente) que imita una gigantesca cocina de estilo antiguo donde, además de grandes mesas y techos llenos de cazuelas, ollas, espumaderas… cuentan con sillas de diseño art nouveau y añade espacios decorativos en los rincones para que hagan las veces de improvisados escenarios en los que hacerse unas fotos. Además, las paredes se llenan de grandes objetos como tenedores o platos de queso y se deja un toque industrial, como el cemento a la vista.

En C27 Cheescake and Coffe se sirven hasta 27 tipos de tarta de queso diferentes, todas tan bonitas como gustosas

El nombre de esta cafetería no es casual, pues sirven 27 tipos de tartas de queso al estilo estadounidense, todas ellas servidas en trozos perfectamente triangulares y con un colorido muy vistoso (a partir de los 8.900 won, 6,90 euros).

Banana Tree hace lo propio jugando con la jardinería. Todos sus pasteles se presentan en pequeñas macetas y juegan con el efecto visual de la arena y las flores (comestibles). Los cubiertos, en vez de cucharas, son pequeñas palas. Con ellas escarbaremos en pasteles de chocolate y otros sabores, mientras degustamos un sabroso capuccino (526 Sinsa-dong).

Ejemplos que empiezan a internacionalizarse. El diseño de Greem Café se ha exportado a Oriente Medio, donde ya han abierto una cafetería. Al mismo tiempo, Banana Tree ha hecho lo propio en Singapur y C27 es franquiciable. Europa será el nuevo gran objetivo. Si bien ya nos han conquistado con la música y la cosmética, seguro que el interiorismo y las cafeterías ‘instagrameables’ no tardarán en abrir sus puertas en el Viejo Continente.