La magia del vino más efímero

Celler Masroig muestra su vocación por el diseño en su fiesta del Vino Novel

El Celler Masroig, situado en la comarca del Priorat pero que elabora vinos de la DO Montsant, ha vuelto a cumplir por décima vez con tres de sus mejores tradiciones: crear un gran vino nuevo (Novell), vestirlo con una exclusiva etiqueta de diseño y celebrar una gran fiesta.

El ADN del Vino Novel

En esta edición, la bodega del Priorat celebra el décimo aniversario de la recuperación de la casi desaparecida tradición del Vino Novel, que se conserva aún en Francia (el Beaujolais nouveau), y también en Austria, por ejemplo. El vino nuevo o novel es zumo de uva macerado y fermentado, se trata de un descanso entre la vendimia y los procesos de vinificación tradicionales, que permite una tregua para celebrar y beber.

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Perforando una barrica en el Celler Masroig. Foto: Jordi Català

Este vino es un regalo de la naturaleza que da la bienvenida al «Veranillo de San Martín» y permite cumplir la antigua tradición de abrir el barril cuando se hace la matanza del cerdo (vinculada al refrán «A cada cerdo le llega su San Martín») y la elaboración de embutidos y conservas. 

Actualmente ya no hay matanza pero permanece la fiesta que coincide con los primeros fríos del año, y es un día muy importante para la DO Montsant, con un vino cada año distinto e irrepetible.

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Apuesta exitosa por el diseño más «fashion»

La imagen de todos sus vinos es fundamental para el Celler Masroig, y precisamente a causa de este cuidado, el packaging de la edición del Vino Novel del 2018 —creado por el estudio de diseño Atipus— fue premiada con un Laus Oro, afianzando un ciclo que se había iniciado con otro Laus Oro concedido al Vino Novel del 2010.

Estos ‘Oscar del diseño’ son «un reconocimiento al mejor trabajo, en el que se premia a los proyectos que aportan una nueva mirada, gráficamente interesante pero reflexiva y con contenido»; recompensaban así el esfuerzo de la bodega de Masroig por conseguir una imagen diferente, temporada tras temporada, y fiel al espíritu recuperado del Vi Novel.

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Rascando la etiqueta de un vino del Celler Masroig. Foto: Jordi Català​

Durante la fiesta de este año se ha mostrado la imagen del Vino Novel 2019, que no se centra exclusivamente en el cerdo a diferencia de otras ediciones, sino que rinde homenaje a los vinos noveles de las nueve añadas anteriores en las que cada botella es diferente.

En este sentido, la imagen del 2019 no es solo una etiqueta, sino una compilación de las nueve etiquetas anteriores que se han de descubrir al azar tras un «rasca y gana», lo que crea una divertida interacción con el consumidor tanto en la botella como en la propia web https://cellermasroig.com/es/. Además, en las botellas se esconde una etiqueta sorpresa con un gran premio para el próximo año 2020.

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Gran éxito de  la Fiesta del Vino Novel 

Como dicen en el Celler Masroig: «el Novel es un vino gamberro, popular, afrutado y amigo de la juerga y la tradición. Se puede beber todo el año, hasta que se acaba, con copa, vaso y porrón; y acompañando todo tipo de manjares relacionados con el cerdo». Y, para cumplirlo, más de 1.000 personas asistieron a la fiesta del Celler en la que la bodega se hermanó con otras siete de Santa María del Camí, de Mallorca: Ramanyà, Sebastià Pastor, Son Crespí, Bodegas Macià Batle, Jaume de Puntiró, Angel Bodegas y 7103 Petit Celler.

Durante la jornada, los vinos baleares pudieron ser degustados por los asistentes. La fiesta ofreció un emotivo homenaje a algunos padrinos de las añadas anteriores, entre los cuales se encuentra Toni Falgueras, primer padrino y gran impulsor de la recuperación de esta tradición desde su legendaria bodega del bario de Sants de Barcelona. 

Asistentes a la Fiesta del Vino Novel en el Celler Masroig. Foto: Jordi Català
Asistentes a la Fiesta del Vino Novel en el Celler Masroig. Foto: Jordi Català â€‹

El padrino de esta edición fue Marc Ribas, conocido chef televisivo, que inició su pregón felicitando a la bodega por sus 10 años de vinos noveles, destacando la importancia de potenciar este tipo de actos. «El vino está vivo, el vino es territorio. ¡Larga vida al vino novell!», exclamaba.

En el epicentro de la fiesta, el padrino procedió a perforar el barril del nuevo vino que tiñó más de 3.000 copas de un color intensamente rubí, con aromas de coupage de cariñena y garnacha, mientras los ritmos de ska, reggae, cumbia, rumba o bluegrass, —interpretados en concierto por la banda Strombers— animaban al personal. 

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