La nueva vida del exsumiller de El Bulli

David Seijas, exsumiller del restaurante de Ferran Adrià, participa en un novedoso proyecto de catas de vino en un local desconocido de Barcelona

David Seijas comenzó a trabajar en El Bulli en el 2000 como ayudante. Fue creciendo, de la mano del local dirigido por Ferran Adrià, hasta ganar el premio Nariz de Oro en el 2006. Seijas fue, junto a Ferran Centelles, sumiller del mejor restaurante del mundo hasta su cierre. Luego trabajó para la Bulli Foundation, pero hace un año decidió retirarse de la investigación y del ordenador para dedicarse a lo que le gusta: viajar, disfrutar y conocer.

A sus 36 años, Seijas acaba de ser fichado por Wine Style Travel, una novedosa empresa que organiza catas de vinos en un curioso local clandestino en el barrio de Gràcia, en Barcelona. Además diseña viajes gastronómicos exclusivos por los mejores restaurantes, bodegas y viñedos para grupos reducidos.

Seijas se acaba de lanzar a la aventura de guía gastronómico de primer nivel. “Antes de ir a un lugar con un grupo diseñamos un itinerario y seleccionamos los restaurantes de una zona. Visitamos las bodegas y los mejores lugares que combinen la cultura y el vino”, explica.

Uno de los grandes valores de Seijas es que ha visitado las principales regiones productoras de vinos, donde conoció las mejores bodegas. En un viaje a la región de la Champagne se convenció de que nunca fue un hombre para cumplir horarios y trabajar en una oficina. Lo suyo es otra cosa. El viaje alrededor de una copa de vino, oler y degustar, descubrir y compartir sus descubrimientos con otros viajeros tan apasionados del vino como él.

Para los que no quieren irse tan lejos, en el local clandestino de Wine Style Travel en Barcelona también presentan maridajes, ofrecen charlas técnicas y hablan de gastronomía. Wine Style Travel ha sido ideado por una joven empresaria barcelonesa, Glòria Vallès, que ha fichado a Seijas y a otros expertos gastronómicos para crear productos turísticos de excepción que obtienen un éxito inesperado entre viajeros de alto poder adquisitivo con inquietudes gastronómicas.

Vallès, de familia vitivinícola, ahora recorre medio mundo para elegir destinos y productos turísticos relacionados con la gastronomía. Por ejemplo, acaba de llegar de Sudáfrica, que se perfila como uno de los grandes destinos del turismo enológico para el próximo año.

“Tenemos especialistas en vinos, pero también expertos en quesos, chocolates y guías turísticos locales. No queremos vender un viaje sino una experiencia exquisita. Queremos incorporar a los mejores sumillers, a chefs y expertos gastronómicos para que viajen con los grupos, compartan con ellos y se conviertan en sus tutores y sus compañeros de viaje en experiencias viajeras de primer orden”, explica Vallès.

Los principales destinos de la agencia son la Toscana, Piamonte, Burdeos, la Champagne, La Rioja, Jerez de la Frontera,  Napa Valley (California) y Cataluña. Pero también ha comenzado a incluir viajes gastronómicos relacionados con productos diferentes al vino. Uno de los destinos emergentes es Costa Rica, donde organiza recorridos alrededor de la degustación del café y el cacao. «Este país se consolida como un exótico destino gastronómico con exquisitos productos para degustar en familia como los chocolates”, añade la directora de Wine Style.

«Nuestros viajes normalmente están dirigidos a parejas, grupos reducidos, y también a directivos y equipos de trabajo que buscan un viaje de incentivo diferente», agrega.

El próximo año también prepara un destino no menos llamativo: Nueva York gastronómico. La agencia ultima los detalles del viaje mientras crece el número de grupos organizados.

El coste de estos viajes de lujo no son aptos para todos los bolsillos. Los paquetes, sin billetes aéreos incluidos, cuestan desde los 1.000 euros «hasta lo que quiera el cliente». A pesar del precio, la agencia no deja de crecer, y Seijas y otros expertos gastronómicos tienen cada vez más trabajo.

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