Maison Mélie: cenar en París sin salir de Madrid

Y desayunar, y comer, y merendar. Porque hay una propuesta deliciosa para cada hora en este lugar que inaugura el concepto de ‘restaurante boutique'

Un auténtico croissant de mantequilla para desayunar, una baguette jambon-beurre (jamón y mantequilla) para el almuerzo, deliciosos pasteles para merendar y platos soberbios a la hora de la cena te convencerán para tener este nuevo restaurante francés en mente a cualquier hora. Porque además no solo puedes tomarlo allí, sino también comprarlo para llevar. Porque introduce el concepto de restaurante-boutique. Y porque todo está de-li-cio-so.

Calidad, calidad y otra vez calidad. Es el mantra que repite el propietario de Maison Mélie, el chef Jacky G. Lesellier, cuando habla largo y tendido de este nuevo proyecto.

Abierto el pasado julio en la calle Génova, en pocos meses Masion Mélie ha logrado situar sus croissants y baguettes entre los mejores de Madrid

Le brillan los ojos al contar a Cerodosbé cómo se inventó el croissant -se remonta a la Viena del siglo XVII y a una victoria militar frente a los turcos, de ahí la forma de media luna que recordaría para siempre la victoria- y, más aún, al explicar por qué los suyos son ya unos de los mejores de Madrid.

La calidad, claro, es la respuesta. Se traduce en los ingredientes, como la mantequilla d’Isigny, con denominación de origen, que emplean en su elaboración y que compran a una cooperativa local. Se hacen durante todo el día en su horno, donde trabajan panaderos y pasteleros esencialmente franceses. Porque sí, el savoir-faire es otra de sus armas.  

Los auténticos croissants parisinos en Madrid. Foto Maison Mélie.

Los auténticos croissants parisinos en Madrid. Foto: Maison Mélie.

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Nuevo rincón francés en Madrid

Dicen que la buena cocina es un arte atemporal. Por supuesto, sin horarios. “Hay que estar loco para dedicarse a este trabajo”, afirma Jacky.

Si existían los hoteles boutique el chef francés Jacky G. Lesellier aterriza en Madrid con un restaurante que introduce el concepto de restaurante boutique

Lo sabe bien; cuenta con una trayectoria de más de 35 años dando de comer en Londres, Boston, Copenhague, Oslo o Singapur. Durante 22 años regentó The Bagatelle Concept London, que suministraba, más de tres veces por día y siete días por semana, panes y postres exclusivos a la mayoría de hoteles de lujo y los más prestigiosos restaurantes en la capital, además de la Cámara de los Lores, la Cámara de los Comunes y la propia Corona.

De la mañana a la noche. Foto Maison Mélie.

Apunta Maison Mélie (también) como opción de brunch. Foto: Maison Mélie.

Este negocio, que abrió junto a su socio financiero Michel Glas en 1989, ayudó a muchos franceses expatriados a lidiar con la nostalgia a golpe de baguette, fue el germen de un restaurante en el corazón de Mayfair, también en Londres y, a su vez, de Maison Mélie, esta vez en Madrid.

Su génesis se remonta muchos años atrás. Concretamente a 1894 cuando Mélie Denancé, su bisabuelo panadero, fundó un obrador en el coqueto pueblo de Honfleur. Su foto saluda hoy a los clientes que entran en Maison Mélie.

De pâtisserie a boulangerie y de salón de té a restaurante de estilo bistronomique, Maison Mélie es un lugar a tener en cuenta en cualquier momento del día

Del desayuno a la cena

El concepto del restaurante es simple: “ofrecer a los clientes buena comida del desayuno a la cena”, afirma el cocinero.

La traducción, sin embargo, es más compleja. Maison Mélie, en el número 11 de la calle Génova, es una tienda gourmet, con riquísimos panes y tortas, elaborados cada día en Madrid con “harinas francesas hechas en exclusiva para nosotros tal y como se hacían en el siglo XIX”. Muy orgullosos están también de su pan ‘Conemara’, con cinto tipos de cereales y malta y que ha ganado dos veces el premio al mejor pan de Irlanda, así como de sus cafés artesanales colombianos.

Fachada Maison Mélie. Foto Maison Mélie.

¡Tienes que entrar! Foto: Maison Mélie.

Se pueden llevar, aunque seguramente al entrar su coqueta decoración te pida a gritos sentarte y disfrutar tranquilo de su pâtisserie, de sus macarons y choquettes.

El espacio es también una brasserie al mediodía y un salón de te francés por la tarde, mientras que para la cena la experiencia se eleva gracias al concepto ‘bistronomique’, que vendría a ser la suma de bistrot y gastronomique y que alude a una cocina francesa más sofisticada.

Incluso en la opción más formal, los precios no dejan de ser asequibles, entre 50 y 60 euros (entre 25 y 30 la comida). “Sería baratísimo en París”, apunta Jacky, “teniendo en cuenta la calidad de la comida que servimos”.

Podría ser París

En plena calle Génova, la fachada de Maison Mélie es una declaración de intenciones. Elegantes toldos en color añil, apliques dorados, vitrinas y ventanales de estilo art déco y maderas nobles dejan ver un interior plagado de vitrinas donde lucen los macarons, butacas de terciopelo, paredes forradas de tela y suelos de cerámica blanca y negra dispuesta en damero son la viva imagen del chic parisien.

Sofisticación parisina en estado puro. Foto Maison Mélie.

Sofisticación parisina en estado puro. Foto: Maison Mélie.

Una vez sentado resulta difícil no verse transportado a un barrio de París. El toile de Jouy que tapiza las paredes representa escenas pastoriles repitiendo las tonalidades azules. Dos grandes salones, uno en cada planta, recrean certeramente un ambiente elegante e íntimo, entre techos abovedados de ladrillo visto, paneles de madera, lámparas de latón con grandes lágrimas de cristal, espejos de grandes marcos dorados o botellas Eau de Seltz dispuestas en todo el espacio.

Además del restaurante, los propietarios de Maison Mélie proyectan abrir nuevas vías de negocio para llevar sus excelentes panes y pasteles a todos los rincones de Madrid

También ayudan la sutil iluminación con destellos azulados y las obras de arte que salpican todo el establecimiento.

En la carta

La buena comida francesa atemporal y las técnicas culinarias más modernas están en la esencia de la carta del restaurante de estilo bistronomique. Una copa de buen vino francés es la mejor compañía para platos como la terrina de foie micuit de pato con confitura de higos y pan brioche tostado, ensaladas como las salades des dames landaises, con brotes de rúcula, magret de pato y piñones, verduras con un perfecto toque de cocción, gnocchis Maison Mélie sobre un toque de cebollas y espinacas, chips de Jamón Ibérico y espuma de queso de cabra o huevos cocote a la trufa y mascarpone.

Entre los principales, pescados como la merluza, el tartar de black angus cortado a cuchillo como debe ser, y el sobresaliente medallón de buey que viene acompañado de una delicia llamada crema mousseline de patatas que no, no tiene nada que ver con un puré puesto que incorpora una cantidad casi sonrojante de mantequilla.

Medallón de buey y verduras. Foto Maison Mélie.

Medallón de buey y verduras. Foto Maison Mélie.

Después de Maison Mélie

Con todo, Maison Mélie no se quedará (solo) entre estas paredes. “Es un restaurante flagship”, explica Jacky. “En paralelo hemos construido un modernísimo centro de producción que será el núcleo del siguiente proyecto: una red de pequeñas unidades que abrirán también de la mañana a la noche, aunque sin el restaurante gastronómico”.

La posibilidad de trabajar sin cocinas propias facilitará la extensión de estos establecimientos, por ejemplo, en corners de centros comerciales, apunta.

Este centro, que se articula en lo que el chef denomina ‘laboratorios’, trabajará también una segunda línea. Tal y como hacía en Londres The Bagatelle, elaborará “panes para clientes especiales”. También postres esencialmente franceses para otros exclusivos restaurantes y hoteles.

Deseando estamos que eche a andar este nuevo negocio que supondrá, para fortuna de todos los amantes de la auténtica pâtisserie francesa, que será un poquito más fácil encontrar deliciosos croissants en Madrid. ¿Es o no una buenísima noticia?

De momento nos quedamos con el restaurante boutique que abre todos los días de 8.00 a 1.00, con brunch especial los sábados y domingos de 11.00 a 16.00 horas.

a.
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