Una visita a Stohrer: la pastelería más antigua de París

Inaugurada en 1730 por Nicolas Stohrer, repostero real de Luis XV, hoy es lugar de peregrinación y sigue atesorando los pasteles más exquisitos de París

Hay muchas pastelerías con prestigio en la capital de Francia pero, posiblemente, ninguna tan especial y perseguida por los idólatras del dulce como Stohrer, la más antigua de la ciudad, ya que fue inaugurada en 1730 en un rincón de la animada rue Montorgueil, en el distrito 2, la misma por la que se desarrolla parte la de novela de Víctor Hugo ‘Los Miserables’.

La historia de la Patisserie Stohrer comienza en 1725 cuando Nicolas Stohrer, repostero oficial del rey Estanislao I de Polonia viaja a París con la comitiva nupcial de la princesa María Leszczynska, que acabaría siendo reina de Francia por su matrimonio con el rey Luis XV.

En sus 289 años de historia, una larga lista de notables pasteleros ha seguido con fidelidad las recetas marcadas por su fundador: del merengue al Ali-Baba, y de los ‘puits d’amour’ a las milhojas

Al reparar en la delicadeza y en la extraordinaria unión de sabores y productos que empleaban en sus elaboraciones los reposteros de Luis XV, decidió quedarse en la corte francesa, donde acabó ganándose el reconocimiento y el favor del mismísimo rey, que le convirtió en su pastelero real.

El célebre pastel Baba au Rhum es una de las creaciones más demandadas de Stohrer.
El célebre pastel Baba au Rhum es una de las creaciones más demandadas de Stohrer. Foto Stohrer.

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Viaje en el tiempo

En 1730, Nicolas Stohrer, deseoso por mostrar sus artes culinarias a un público mayor abrió abre su propia pastelería en el número 51 de la rue Monterguell de Paris. Un negocio con 289 años de historia y una larga trayectoria de notables pasteleros que han seguido con fidelidad las recetas marcadas por su fundador: del merengue al Ali-Baba, y de los puits d’amour a las milhojas.

Hoy en día el local, parte tesoro nacional de la ciudad, parte destino turístico, se ha diversificado en catering y eventos, pero sigue siendo, esencialmente, una deliciosa pastelería

Traspasar las puertas de la pastelería Stohrer en el año 2019 es hacer un gustoso y refinado viaje en el tiempo. Esta tienda, catalogada  en 1984 como Monumento Histórico, fue decorada en 1864 por el pintor francés Paul Baudry, el mismo pintor que engalanó con sus frescos la Opera de París y el Musée d’Orsay de la capital francesa.

Stohrer.
Los exquisitos frescos del pintor Paul Baudry adornan las paredes de la pastelería. Foto Stohrer.

Hoy en día el local, parte tesoro nacional de la ciudad, parte destino turístico, se ha diversificado en catering y eventos, pero sigue siendo, esencialmente, una deliciosa pastelería.

«Nuestro enfoque está en la longevidad», explica Pierre Liénard, actual jefe de la casa, «Las recetas se tratan con gran respeto para garantizar que la calidad y el sabor permanezcan constantes a través de las generaciones».

El personal es muy amable, y se toma su tiempo para que los clientes habituales elijan sus dulces favoritos y los recién llegados puedan disfrutar de la decoración. Están acostumbrados a que las personas tarden un rato antes de estar listas para ordenar, atrapadas por las magníficas lámparas de araña, los murales y los mostradores de cristal repletos de delicias.

Stohrer, París.

Más de 40 pasteles conviven en esta pastelería, todos grandiosos, pero no puedes dejar de probar los más codiciados y celebérrimos, aquellos creados por la mente y las manos del mismísimo Nicolas Stohrer, como los ‘puits d’amour’

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A su favor juega también su autenticidad, ya sigue siendo una pastelería única, que no se ha expandido a una cadena o franquicia ni vende ningún tipo de suvenir.

Pasteles únicos

Más de 40 pasteles conviven en esta pastelería, todos grandiosos, pero no puedes dejar de probar los más codiciados y celebérrimos, aquellos creados por la mente y las manos del mismísimo Nicolas Stohrer, como los puits d’amour, pequeños pasteles redondos, decorados con azúcar lustre y rellenos en el centro con crema caramelizada o mermelada.

Nuevo look para la tradicional milhojas. Foto Stohrer.
Nuevo look para la tradicional milhojas. Foto Stohrer.

Recomendable son también el éclair de chocolate gourmand,  que viene con una generosa crema pastelera, y el Paris bres, un vistoso pastel en forma de rayo que se presenta con chips de avellana y crema pastelera perfumada con vainilla de Madagascar

Tampoco los famosísimos baba au Rhum, un icónico postre francés cuyo nombre proviene del personaje de la historia de Ali Baba del famoso libro ‘Las mil y una noches’, consistente en un delicioso pastel relleno de crema de Chantilly con una mezcla de bayas rojas frescas bañado en un cautivador almíbar de ron.

Recomendable son también el éclair de chocolate gourmand,  que viene con una generosa crema pastelera, y una cubierta firme y crujiente, y el Paris bres, un vistoso pastel en forma de rayo que se presenta con chips de avellana y una ligera crema pastelera perfumada con vainilla de Madagascar.

Y por si lo citado les pareciera poco, los amantes del chocolate están de suerte con una tarta elaborada con el mejor chocolate belga, sin azúcares añadidos y perfectamente equilibrada.

Jeffrey Cagnes es el maestro pastelero al frente hoy de Stohrer. Foto Stohrer.
Jeffrey Cagnes es el maestro pastelero al frente hoy de Stohrer. Foto Stohrer.

Al frente de Stohrer se encuentra hoy el joven maestro pastelero Jeffrey Cagnes, cuya historia es tan única como la de Nicolas Stohrer, pues comenzó a los 18 años en esta casa y retornó, años después y convertido en uno de los mejores reposteros de Francia, para convertirse en su máximo responsable.

Un encuentro inesperado

En el año 2004, la reina Isabel II de Inglaterra, de visita oficial en París, se dirigió, en una visita privada no establecida, a la Patisserie Stohrer movida por la fama del refinamiento y sabor de sus pasteles puits d’amour dejando atónitos tanto a empleados como a clientes.

La visita de la reina Isabel II en el año 2004 fue todo un acontecimiento para Stohrer. Foto Stohrer.
La visita de la reina Isabel II en el año 2004 fue todo un acontecimiento para Stohrer. Foto Stohrer.

Si tú también deseas visitar Stohrer -esperamos que sí después de este artículo- deberás planificar tu visita con prudencia. Como muchos de los principales puntos turísticos de París, a menudo está lleno, hasta el punto de que puede llegar a haber importantes colas en su puerta.

Lo mejor es acudir temprano, a ser posible antes de las 10 de la mañana y, siempre que sea posible, entre semana. Con menos turistas merodeando es más probable compartir la cola con parisinos que siguen chupándose los dedos con las creaciones de Stohrer 289 años después.

a.
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