Golpe al turismo de Madrid: Arola estudia abandonar la ciudad

Hasta que decida sobre la continuidad del Gastro, redirige a los clientes al Vi Cool

Sara Fort y Sergi Arola, los chef impulsores del Gastro, plantean el cierre definitivo del restaurante, precintado por la Agencia Tributaria. En un comunicado remitido a la prensa, explican que estudiarán “con serenidad, en las próximas semanas, el alcance de las medidas y decidiremos el sentido de la continuidad gastronómica en Madrid”.

Hacienda cerró la bodega de vinos, dos estrellas Michelín, por las deudas de la empresa que lo administra con el fisco. “Hemos cumplido con las obligaciones con proveedores, Hacienda, y Seguridad Social dentro de nuestras posibilidades financieras”. “Tenemos la certeza de haber velado por los intereses de nuestro equipo y de nuestros clientes”, asegura Arola.

Situación limite

Arola reconoce que la Agencia Tributaria les ha dejado en una situación límite. “Nos resulta imposible atender nuestro trabajo en los estándares de servicio y atención que se espera de un local de nuestra categoría, y en una ciudad con el prestigio internacional de Madrid, candidata a futuros eventos de repercusión mundial”.

El Gastro era una cita obligada para los turistas con capacidad de gasto. El consenso del sector es que si Arola cierra, Madrid perderá una referencia de prestigio internacional. Sin embargo, ni con esa áurea ha sido capaz de escapar a la situación financiera. “Hemos pasado tiempos muy difíciles para mantenernos a flote”, admite Arola.

Plan de negocio

La estrella de los fogones, que dirige restaurantes en Barcelona, Santiago de Chile, Sao Paulo y París, concibió, en 2008, un plan de negocios que no tomó en consideración la crisis financiera internacional, que entonces aún no había aterrizado en España.

El año pasado, Arola reorientó el negocio de su restaurante al incorporar menús económicos de alta cocina: unos 50 euros por persona. La oferta, mantenía en el local de Madrid, permitió continuar adelante con el restaurante pero no resolvió el problema financiero de fondo que arrastra desde su apertura.

Arola ha reconocido a este diario que su facturación era un 30% inferior al peor de los escenarios que contempló cuando abrió Gastro hace cinco años. Ahora Hacienda le acusa de deber al fisco más de 300.000 euros. Hasta que la situación tome el rumbo definitivo, Fort y Arola atienden a los comensales capitalinos en el Vi Cool.

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