Hallstatt, la ciudad-joya de los Alpes también en invierno

A los pies de un lago alpino, visitar este pequeño paraíso es lo más parecido a zambullirse en un cuento. Por supuesto, también en invierno

Con la segunda parte de Frozen aún en la cartelera, lo que no sabemos es que el mundo que narra bien podía haberse inspirado en el que está considerado uno de los pueblos más hermosos de Europa: Hallstatt. En este rincón de los Alpes austriacos la naturaleza nos regala imágenes imborrables todo el año, pero es en invierno cuando cobra una belleza muy especial. 

Montañas abruptas cuajadas de árboles nevados y un lago de ensueño. El reflejo de la propia naturaleza en unas aguas de intenso azul oscuro. Los tejados y los campanarios en punta rivalizando con los propios picos. Pequeñas calles con nieve acumulada en las que el paseo debe ser tranquilo. Así se resume una experiencia de ensueño que podemos disfrutar en un pequeño pueblo a no demasiada distancia de Salzburgo, en el corazón de Austria, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La llegada a Hallstatt, en ferry tras un inolvidable viaje en tren entre montañas, no puede ser más espectacular

Vista de Hallstatt en invierno. Foto: Turismo de Hallstatt

La ubicación de la localidad entre el lago y las montañas es casi mágica. Foto: Turismo de Hallstatt.

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El placer de viajar era esto

El mejor modo de llegar es en tren, sobre todo porque tendremos que rematar el viaje en un ferry que cruzará el lago del mismo nombre que el pueblo para llegar a él. Si ya nos esperaba una delicia, la entrada por agua no puede ser más espectacular. De hecho, no será posible hacerlo en coche, por lo que incluso si descartamos el tren habrá que llegar en el ferry.

El pasado noviembre, un incendio dañó varias de las casas de madera frente al lago. Afortunadamente, no fue de gran importancia y el pueblo conservó su estampa de postal frente a las aguas

Aunque el plan de pasear por entre las casas tradicionales alpinas del siglo XVI es atractivo, podemos dirigir nuestros pasos a lugares concretos, donde palpar el romanticismo del escenario. Por ejemplo, a la iglesia evangélica, cuyo campanario es el rasgo más característico de todas las imágenes de Hallstatt que tenemos en la cabeza.

Cada rincón es digno de admirar. Foto: Zauner.

Cada rincón es digno de admirar. Foto: Zauner.

Está construida en piedra en 1863 sobre una anterior de 1785 que se levantó bajo el beneplácito del emperador Francisco José I, que permitió el protestantismo en la región. Actualmente es sede de conciertos y está a un paso de la plaza del mercado, que será nuestro segundo destino.

Otra iglesia que no pasa desapercibida, pero por motivos muy diferentes, es la capilla de San Miguel, del siglo XII, que cuenta con nada menos que 2.100 calaveras pintadas en un osario muy particular, digno de las pesadillas de Halloween (una costumbre que se popularizó en la zona durante el siglo XIX).

Siete milenios de historia

Hallstatt nació como una población en torno a una mina de sal hace 7.000 años. La historia de esos siete milenios en un lugar tan hermoso pero, al mismo tiempo, difícil, nos la narran en el Museo del Patrimonio de la Humanidad, un centro que destaca por cómo se ha adaptado a la nueva forma de mostrar la antropología mediante elementos multimedia.

World Heritage Museum en Hallstatt. Foto Turismo de Hallstatt

World Heritage Museum. Foto: Turismo de Hallstatt.

Si las condiciones lo permiten, podremos admirar la ciudad desde la Torre Rudolfsturm, que formó parte en su día de la fortificación de Hallstatt y que también fue el hogar del director de las minas. Estas se pueden visitar, lo cual es toda una experiencia.

Una de las experiencias más impactantes es recorrer el Skywalk de la ciudad, una pasarale elevada con observatorios que nos deja suspendidos sobre los tejados y el lago de Hallstatt

También podremos recorrer el Skywalk, un paseo por las alturas de la ciudad, como si camináramos por los tejados, con plataformas y observatorios que comienzan cerca de la estación del funicular que sube a las montañas. Lo habitual es hacer una parada en la torre durante ese paseo a tomar un refrigerio.

hallstatt skywalk winter 1   Turismo de Hallstatt

Por nada hay que perderse el Skywalk. Foto: Turismo de Hallstatt.

A pocos pasos nos sorprenderá un saliente en forma de punta de flecha que nos deja como suspendidos sobre el pueblo, a un centenar de metros sobre el suelo. Son apenas 15 minutos de caminata, después de ascender en el telecabina (18 €/adultos).

Entre chimeneas y buena gastronomía

La cocina tradicional se da cita en la plaza del Mercado gracias a pequeños restaurantes como el Bräugasthof, que es a su vez una posada. En verano, una mesa en su terraza es codiciada por las vistas al lago.

En invierno, en cambio, es la calidez de su chimenea, sus pequeños conciertos improvisados con instrumentos tradicionales y, sobre todo, la cocina austriaca típica, bien de salsas y carnes, así como de patatas. El ambiente no puede ser más auténtico y no falta el toque romántico.

Bräugasthof, Hallstatt. Foto Bräugasthof

Una buena opción para descubrir la gastronomía local. Foto: Bräugasthof.

Si lo que queremos es disfrutar del pescado del propio lago, los locales recomiendan ir al restaurante del hotel Seewirt – Zauner, donde son famosos. Para maridar el pescado blanco fresco con un buen vino, tendremos la posibilidad de hacerlo eligiendo entre botellas de productores locales, aunque también tienen franceses, alemanes, etc.

El placer de una sauna alpina

Además, un buen plan para relajarse tras los paseos y aprovechar las horas sin luz solar hasta la hora de la cena es acudir a alguna de las pequeñas saunas-balneario de los hoteles de la zona.

Destaca la del Seehotel Grüner Baum, que cuenta con una sauna seca  y una sala de vapor, así como zonas de descanso frente a una larga chimenea de diseño contemporáneo, en donde se sirven ricos zumos, y todo ello con vistas a las montañas (acceso gratuito para los huéspedes de este hotel de cuatro estrellas superior).

Hallstatt en invierno. Foto: Turismo de Hallstatt.

Especialmente en invierno, la ciudad parece salida de algún cuento. Foto: Turismo de Hallstatt.

Siendo invierno y estando en Austria, el deporte de invierno también puede formar parte de nuestra escapada. Las agencias de turismo de Hallstatt ofrecen todo tipo de experiencias en la nieve: desde caminatas con raquetas a paseos de senderismo en caminos nevados, así como el esquí y otras especialidades en las estaciones cercanas.

Los paseos guiados por las casas tradicionales desperdigadas por las faldas de las montañas son los preferidos, redundando la idea de que los paisajes que contemplaremos, únicos en el mundo, nos acompañarán para siempre.

Lago de Hallstatt. Foto Willian Justen de Vasconcellos. Unsplash

Lago de Hallstatt. Foto Willian Justen de Vasconcellos | Unsplash

 

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