Sefarad está muy vivo en Andalucía. Y es que, pese a lo que pueda parecer, el paso del tiempo no ha borrado las huellas que grandes filósofos, médicos, artesanos y poetas dejaron en pueblos y ciudades. Son huellas impresas en tradiciones y leyendas, pero también, y mucho más tangibles, en la arquitectura de sus juderías, los sabores de su gastronomía, las notas de sus melodías o la belleza de sus artesanías.
De Córdoba a Sevilla y de Granada a Jaén pasando Cádiz seguimos el legado sefardí en un viaje que nos llevará de estrechas callejuelas a antiguas sinagogas, de paisajes a necrópolis, de conciertos en ladino a las mesas más selectas -por supuesto, vino kosher en mano- en un viaje al corazón de nuestra historia y a un impresionante patrimonio material e inmaterial que Andalucía ha guardado con celo durante siglos.
Sefarad está muy vivo en Andalucía. Y es que, pese a lo que pueda parecer, el paso del tiempo no ha borrado las huellas que grandes filósofos, médicos, artesanos y poetas dejaron en pueblos y ciudades. Son huellas impresas en tradiciones y leyendas, pero también, y mucho más tangibles, en la arquitectura de sus juderías, los sabores de su gastronomía, las notas de sus melodías o la belleza de sus artesanías.
Así que, si crees que Sefarad es cosa del pasado, abre bien los ojos: está mucho más presente de lo que puedas imaginar. Y es todo un descubrimiento.