Informes 02B: el renacimiento de Madrid como destino

La capital española carece de una estrategia coordinada, pero el peso de las ofertas individuales construyen una opción atractiva para visitantes de alto valor: les interesa la cultura y la gastronomía.

A Madrid no le faltan organismos dedicados al turismo: ayuntamiento y Comunidad emplean a decenas de técnicos encargados de compilar datos, analizarlos y proponer estrategias. El apoyo institucional que recaba el sector es poco útil y desorganizado, denuncian las patronales consultadas por este diario. La eterna rival, Barcelona, goza de muchísima más práctica en estos asuntos.

El consistorio catalán y la Generalitat han sabido construir una marca, la más potente en turismo de España, y explotar su destino con eficacia. Sin embargo, el caos vivido este verano en enclaves como el barrio de la Barceloneta y el hecho de que El Prat reine entre los aeropuertos low cost europeos son señales que se interpretan como el agotamiento de un modelo que triunfó a golpe de grandes eventos.

Madrid ha vivido a la sombra del éxito catalán. Es más, las paupérrimas cifras turísticas de 2013 generaron una auténtica crisis institucional que buscó todo tipo de culpables. Incluso se señaló a Iberia como chivo expiatorio. La ineficacia de las administraciones gobernadas por el Partido Popular dejaron todas las estrategias que se pensaron para corregir la situación en agua de borrajas. Pero Madrid, este año, ha crecido. Y mucho.

Oferta descoordinada pero seductora

Claro que su enorme evolución se debe al menor punto de partida, pero también a la estructuración de una oferta descoordinada aunque seductora. Los turistas en el centro de Madrid responden a 02B. Vienen de cualquier lugar del mundo: Francia, Inglaterra, Italia, Japón y Brasil. Gracias a ello, la capital española ha cerrado el mejor agosto desde las jornadas mundiales de la juventud (2011).

Este año ha atraído a más de tres millones, casi el 9% más. Madrid fue la segunda autonomía donde más creció el turismo en temporada alta. «Recién estamos iniciando el paseo, a ver dónde nos lleva el viento», explica una mexicana en Sol acompañada de su novio. Tienen claro que es lo que más les gusta. Caen los tópicos: «jamón, las patatas bravas y la paella».

Cultura y gastronomía

«Es la primera vez que visito Madrid ?dice una estudiante italiana? y me ha gustado bastante». «La ciudad está muy bonita», contesta una londinense. «Me entusiasma el museo del Prado», dice una estadounidense. «El Prado, bello«, enfatiza otra italiana. Mientras, una visitante francesa explica «que tenemos clase sobre las obras [del Prado] y es muy interesante verlas».

La oferta cultural, con el Prado, el Reina Sofia y el Thyssen a la cabeza atrae un viajero que huye del turismo de sol y playa. De hecho, Madrid bate su récord en agosto, un mes tradicionalmente flojo para el sector capitalino debido al tirón de las costas. La oferta gastronómica es otro de los imanes.

Ocho de cada diez turistas llegan en avión, gracias a la mejora de la conectividad aérea, y más del 62% optan por alojarse en hoteles. En Madrid, los paquetes turísticos no triunfan. La gran mayoría rechaza en origen esas ofertas y opta por organizar el viaje por su cuenta.

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