La Generalitat teme que Cambrils sea su Niza

La Agencia Catalana de Turisme y Turespaña preparan una gran campaña internacional para promocionar la Costa Daurada

La reputación de la marca Barcelona es “a prueba de bombas”. Así lo celebra el ministro de Turismo, Álvaro Nadal, al analizar el impacto sobre la llegada de turistas del atentado yihadista perpetrado en Las Ramblas el pasado 17 de agosto. La euforia no se expande por toda la geografía catalana: Cambrils, donde los terroristas fueron abatidos y asesinaron a una mujer, tiene peores perspectivas.

Al tratarse de un destino menos consolidado que la capital mediterránea, la localidad teme por una caída drástica de visitantes. En la retina, el descalabro sufrido por Niza en julio de 2016. Cómo ya explicó Cerodosbé, el descenso osciló entre el 20% y el 30% en sectores como las reservas hoteleras o los billetes de avión. En cambio, el Comité Regional de Turismo francés cifró en un 6,4% la rebaja turística de París a lo largo del año pasado.

Para evitar una herida igual que la vivida en la ciudad de la Costa Azul, la Agencia Catalana de Turisme (ACT) y Turespaña ya se han puesto manos a la obra. Tras reunirse con Nadal, el consejero catalán de Empresa, Santi Vila, revela que prepara una gran campaña de promoción de Cataluña “con especial énfasis en la Costa Daurada –la región donde se ubica Cambrils—”.

La campaña será más intensa en los países que hayan registrado víctimas en el atentado

El político deja en manos de los técnicos “la orientación de la campaña”. Sin embargo, fuentes del sector explican a Economía Digital que las acciones serán más agresivas en los países que hayan sufrido víctimas en los atentados. Es decir: Australia, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, Alemania, Italia y Portugal.

Mientras, la localidad costera catalana mantiene la prudencia. “Vamos a hacer las valoraciones una vez acabe la temporada, del mismo modo que lo harán otras poblaciones de la zona”, tranquilizó Mercè Dalmau, concejal de Turismo, en declaraciones a El Diario. El hecho de que el ataque se produjera a finales de agosto salvará la temporada actual.

Los empresarios confían en un buen verano de 2018

De cara al verano 2018 surgen las incógnitas. Argumentos para la tranquilidad: a la campaña de las agencias de promoción turística hay que sumar los hábitos de los viajeros. “Tenemos una memoria a muy corto plazo para este tipo de situaciones, que además hemos aprendido a normalizar”, explica Martí Sarrate, presidente de la patronal catalana de agencias de viajes.

En Barcelona, el sector saca pecho. “Cero cancelaciones”, presumía hace un par de días Jaume Collboni, segundo teniente de alcalde en el consistorio. Ligeramente más precavida fue la alcaldesa, Ada Colau: “son mínimas y poco relevantes”, describió. Los empresarios: “no ha habido supresiones de excursiones ni cruceros, todo sigue funcionando”.

La absoluta normalidad es desmentida por el ministro Nadal. “En las reservas de vuelos internacionales hubo un descenso tremendo el fin de semana posterior al atentado”, lamenta. No obstante, también confirma la ligereza del impacto para el sector en Barcelona: “está volviendo a la tranquilidad mucho más rápido que ciudades como París, Londres y Estocolmo”.

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