La pesadilla de los turistas en la India

La decisión del gobierno de retirar los billetes de 500 y 1.000 rupias deja a millones de personas sin efectivo para comprar

Para combatir el fraude fiscal y el lavado de dinero, de repente el gobierno de la India decidió retirar de circulación los billetes de 500 y 1000 rupias (equivalentes a 6,7 y 13,4 euros), las denominaciones de mayor circulación de la economía local. La medida ha implicado un colapso de la economía, porque gran parte de sus 1.200 millones de habitantes se encontraron con que tienen en sus manos billetes que no tienen ninguna validez legal.

Tras el anuncio del primer ministro Narendra Modi, millones de personas se volcaron a los cajeros automáticos para obtener el mayor efectivo posible, pero enseguida quedaron vacíos; mientras que los bancos han sido invadidos por los indios que buscaban canjear sus billetes obsoletos por los nuevos valores de 500 y 2.000 rupias.

En un país donde el 90% de las operaciones se hacen con dinero en efectivo la medida ha implicado un caos que todavía no tiene visos de solución: los comercios no pueden vender, la gente no puede comprar, y en esta situación se encuentran los casi 7,7 millones de turistas que visitan al subcontinente asiático.

Ni para comprar agua

“Es muy difícil poder comprar una botella de agua. Tuvimos que conseguirla en el bar de un hotel para poder pagarla con tarjeta de crédito”, dijo Margaret Pritchard, una turista de Australia al periódico Times of India. “No tengo dinero para comprarme algo para comer, y menos para cargar combustible en el coche”, se quejó Luca Álvarez a la agencia AFP, un español que está visitando el país.

Los pocos que han logrado encontrar una oficina de cambio de divisas abierta logran obtener algo de dinero válido, pero con una comisión ‘extra’ de un 10 al 30%. Además, el valor del dólar frente a la rupia se había derrumbado tras el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos.

Los que tienen menos problemas son los turistas que han comprado paquetes ‘todo incluido’, ya que los operadores se hacen cargo del pago de las estadías y las comidas a los hoteles y restaurantes. Pero no pueden comprar ni una estatua de Buda si no cuentan con los billetes adecuados.

Así como los turistas, los comerciantes –sobre todo los de locales gastronómicos y tiendas de recuerdos cercanas a los puntos turísticos- sufren porque no pueden aceptar los billetes declarados ilegales, y tampoco tienen cambio para entregar en caso de poder realizar alguna venta.

Según el Global Financial Integrity, entre 2003 y 2012 se han fugado 439.000 millones de dólares de la economía india hacia el exterior. Los templos y ashrams (templos donde se enseña yoga) son investigados con frecuencia por los organismos fiscales, porque son sospechosos de blanquear dinero, tal como en el sector inmobiliario. De hecho, menos del 3% de los indios declaran sus ingresos al fisco.

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