Las elecciones catalanas paralizan la nueva ley de horarios comerciales

La Generalitat preparaba una texto, que ya no da tiempo a tramitar, para restringir la apertura de tiendas. Colau, por su parte, aboga por reducir todavía más el horario de los comercios, algo que iniquieta al sector turístico, que espera un segundo órdago de la edil.

El conseller de Economia i Empresa de Cataluña, Felip Puig, preparaba una nueva Ley de Servicio del Comercio y de las Ferias para regular de forma integral el sector comercial. La idea era exprimir al máximo las competencias de la Generalitat y evitar las interferencias de la normativa española.

La nueva ley habría restringido los horarios comerciales una vez más, pero no se podrá aprobar, porque ante la convocatoria electoral, la legislatura toca a su fin y con ella decaerán todas las leyes en tramitación. Sólo queda un pleno parlamentario, que se celebrará la semana que viene, cuya orden del día no incluye este proyecto legislativo.

A la espera de lo que digan los tribunales

La nueva norma quería imponer algo de claridad en un marco jurídico muy complejo. La Generalitat tiene competencia en materia comercial, pero debe ajustarse a lo que establece la ley marco española.

La ley catalana, mucho más restrictiva que la española, se aprobó en 2014 con el apoyo de todos los grupos menos PP y Ciutadans. El Gobierno central la recurrió y ahora está suspendida a la espera de lo que digan los tribunales. Mientras, se aplica en Cataluña la ley española.

Hasta 20 festivos en España

Son normativas muy distintas. La ley española permite abrir cuando quieren a las tiendas de menos de 300 metros cualquiera que sea su tipo de negocio. Al resto de los comercios les deja operar 90 horas semanales de lunes a sábado y hasta 20 festivos anuales elegidos por los gobiernos autonómicos.

La norma catalana sólo da libertad total de horarios a las tiendas de conveniencia y a los pequeños comercios de menos de 150 metros cuadrados. Al resto de los comerciantes les permite abrir 72 horas de lunes a sábado y 10 domingos o festivos, de los que la Generalitat señala ocho y el ayuntamiento correspondiente, los otros dos.

Las cosas seguirán igual este verano

Este aspecto concreto, el de los festivos de apertura, no fue recurrido por el Ejecutivo español. Por eso, en Cataluña perdura la regulación que permite abrir sólo 10 domingos o festivos al año. Y así será también este verano.

El nuevo equipo de la Alcaldía en Barcelona, el de Ada Colau, está a favor de reducir los días de apertura, pero no podrá hacerlo este año, porque la decisión ya estaba tomada por el gobierno de Trias y no tiene vuelta atrás, según reconoció el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarelo. Eso sí, la nueva alcaldesa revisará las cosas de cara al año que viene.    

Temor entre los hoteleros

Los hoteleros de la ciudad condal temen un segundo órgado de la edil tras la moratoria. Es latente el miedo a que siga el modelo de Compromís en Valencia, algo que supondría otro golpe para la industria turística, aseguran. El nuevo gobierno valenciano quiere reducir las facilidades horarias que implementó Rita Barberà en las zonas de más interés turístico.

Por ello, los directores de hoteles piensan que «podría venir otro revés para el turismo» y que la alcaldesa imité el modelo implementado en la tierra de las naranjas. Por el momento, tienen un año de paz.

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