Las plazas turísticas legalizadas reportan tres millones de euros escasos al Gobierno balear

El ejecutivo autonómico aprueba nuevas medidas, puesto que desde 2009 solo se han acogido al proceso 813 habitaciones irregulares

La Conselleria de Turismo del Gobierno balear quiere dar más facilidades a los empresarios que quieran legalizar las plazas turísticas que aún no tengan esta condición. Por este motivo, y ante el ‘pinchazo’ del proceso emprendido desde hace más de dos años, ha aprobado esta semana una serie de medidas encaminadas a suavizar y agilizar un proceso que hasta ahora ha reportado 3 millones de euros en ingresos para las arcas autonómicas.

El director general de Turismo, Jaime Martínez, ha dado a conocer las medidas: nuevo fraccionamiento del precio de adquisición desde febrero de 2012 a febrero de 2014; eliminación del aval bancario exigido hasta ahora para aquellos empresarios que se acogían al fraccionamiento del pago de las plazas y que suponía el 125 % de la cantidad total a pagar.

Lo que persiguen las nuevas disposiciones es animar al empresariado a legalizar las plazas irregulares (se desconoce el número existente), puesto que, desde la constitución del Consorcio Bolsa de Alojamientos Turísticos en 2009 solamente se han regularizado 813 plazas en Mallorca.

Dan siete meses a los empresarios

Martínez ha recordado que “desde 2009 solo se han legalizado el 50 % de las solicitudes presentadas”. Los empresarios tienen ahora siete meses, hasta mediados de 2012, para cerrar los procesos de legalización de plazas.

La Junta Rectora del Consorcio ha ratificado los tres proyectos a los que se destinarán los 3 millones de euros: adquisición y posterior demolición del hotel Rocamar en el Port de Sóller; diferentes actuaciones enmarcadas en el plan de competitividad de la Playa de Muro y Cala Millor y la regeneración parcial de la playa de Cala Agulla (Capdpera).

Se trata de una partida finalista destinada a rehabilitar zonas turísticas mediante operaciones de esponjamiento; incentivar la reconversión de establecimientos de alojamiento turístico obsoletos en proyectos sociales, culturales, educativos o lúdicos y deportivos. también pretende fomentar de manera directa o indirecta cualquier actividad que persiga la diversificación y la desestacionalización de la oferta turística en Mallorca; mejoras en infraestructuras, etc.

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