Líbano presiona para que Madrid tenga vuelos con Beirut

El ministro de Turismo libanés reconoce que su gobierno busca por todos los medios convencer a las líneas aéreas que establezcan una conexión directa

El Gobierno del Líbano está convencido de que, para aumentar su flujo turístico, es vital potenciar las conexiones de Beirut con las principales ciudades europeas. Y para lograr ese propósito, España es una pieza importante.

El ministro de Turismo de Líbano, Michel Pharaon, que visitó Madrid la semana pasada, aseguró a este diario que el Ejecutivo de su país presiona a la línea aérea libanesa Middle East Airlines, MEA, para que establezca conexiones directas entre Madrid y Beirut.

Los viajes entre España y Líbano suelen contar con la parada obligada de Roma, la vía más directa entre ambos países. Pero la escala es un elemento que desincentiva al turista, a juicio de Pharaon, que no oculta las presiones de su gobierno.

«Estamos en comunicación permanente con la línea aérea nacional Middle East Airlines, MEA, y nos hemos comunicado con el embajador en España para que siga el mismo lineamiento con Iberia», explicó el ministro de Turismo de Líbano.

Seguridad conjunta

Preocupados por la incidencia de episodios violentos en Líbano y el resto de países de la región sobre el turismo internacional, los gobiernos del Medio Oriente y del Norte de África han comenzado a unir esfuerzos para coordinar una estratégica turística y de seguridad común. Así, Jordania y Palestina ofrecen paquetes turísticos conjuntos y los países de la región han iniciado contactos para fijar estrategias de seguridad común.

Con 4,4 millones de habitantes, Líbano cuenta con peculiaridades que les facilitan atraer visitantes del Golfo Pérsico (es una tierra verde en medio de desiertos y tierras áridas), del Mundo Árabe y Cristianismo (cuenta con un rico patrimonio de ambas religiones) y principalmente de la diáspora libanesa disgregada en todo el mundo.

Las raíces

Los datos del gobierno estiman que unos nueve millones de libaneses viven en el exterior, principalmente en países de América Latina, hijos de la Guerra Civil que azotó el país entre 1975 y 1990. Los emigrantes, junto con sus hijos y nietos, suponen un nuevo tipo de turista que el gobierno pretende atraer.

«Queremos potenciar el turismo rural y crear rutas para que los hijos y los nietos de libaneses procedentes de cualquier parte del mundo conozcan sus raíces y la tierra de sus ancestros», explica el ministro libanés.

Con una costa infrautilizada, con verdes montañas y ruinas romanas, alejandrinas y fenicias, Líbano quiere recuperar el terreno perdido desde la explosión de la Primavera Árabe que ha castigado desde 2011 a casi toda la región. España nunca fue un mercado prioritario para la industria turística libanesa, pero la profunda crisis de la región ha hecho que cualquier mercado, por pequeño que parezca, comienza a recibir las máximas atenciones.

Por eso, la delegación libanesa atendió con esmero en Fitur la semana pasada a las agencias, turoperadores y turistas, ofreciendo pasteles de espinacas y dulces típicos de almendra. El país entiende que al turista hay que conquistarlo en origen. Y en ello trabajan.

a.
Ahora en portada