Lo que Gaudí escondía

La Casa Batlló se ha autopropulsado hacia el futuro con dos nuevos productos que redescubren la casa-museo modernista de Antoni Gaudí. Por un lado, una tableta interactiva entierra los aparatosos ‘teléfonos-guía’ y abre un nuevo mundo de riqueza visual en 3D. Por otro, un tour virtual que permite visitar el ondulado inmueble desde cualquier lugar del mundo.

En qué museo vería usted emerger a nado una tortuga marina de una de las claraboyas del techo? A partir de hoy, es posible hacerlo en la Casa Batlló, uno de las casas-museo modernistas de Barcelona contruidas por el arquitecto Antoni Gaudí. El espacio ha mapeado el interior para ofrecer dos posibilidades distintas al visitante.

Por un lado, el espacio ha presentado cien tabletas qua actúan como videoguía, una evolución más amable de los aparatosos ‘teléfonos’ que se encuentran en cualquier monumento del planeta. Los dispositivos interactúan con el entorno cuando enfocan puntos concretos. Así, la chimenea del despacho del señor Batlló se convierte en una seta que se volatiliza, mostrando la racionalidad de Gaudí para construirla.

“Las tabletas muestran detalles inapreciables al ojo humano”, señala Gary Gautier, responsable de innovación y proyectos de la casa. En efecto, la visita pasa de rutinario paseo a toda una experiencia sensorial.

Estrellas de mar que son azulejos o ventanales que representan murciélagos sorprenden al visitante. “Acercan la biomimética al visitante, el inspirarse en la naturaleza que eligió Gaudí para construir sus obras”, ha añadido Malú Piedrabuena, directora de visitas culturales, durante la presentación de los gadgets.

Además de trucos digitales, las tabletas sitúan muebles, pérgolas y capillas que hoy no están. Para recuperarlas, el equipo del museo ha rastreado archivos y recuperado viejas instantáneas. El resultado? Entrar en la planta noble tableta en mano es hacerlo a una mansión urbana de la burgesía de principios de siglo, con una mesa parada en lujosa cubertería e inigualables vistas sobre el Paseo de Gracia.

Paralelamente, el nuevo entorno digital de la Casa Batlló ha servido como base para montar una visita virtual accesible desde cualquier lugar del globo. El tour, disponible en la página web oficial, recorre la mayoría de estancias, incluso los sótanos, hoy cerrados al público. “Eran las fresqueras de la antigua masía sobre la que se construyó la Casa Batlló. A día de hoy, estos corredores siguen rodeados de misterio”, ha desvelado Gautier.

Ambos servicios son gratuitos y ya están disponibles a los visitantes. Cabe recordar que la Casa Batlló fue construida entre 1904 y 1906 y fue de uso privado hasta 2002. En 2012, el espacio celebró su décimo aniversario como museo con un multitudinario mapping proyectado sobre la fachada. Hoy, una versión reducida del audiovisual se exhibe en la azotea del inmueble modernista.

a.
Ahora en portada