Por qué Londres se queda sin pubs

En los últimos años cerraron más de 1.200 pubs en Londres. Pero si su población crece, ¿dónde está el problema?

Los datos que aportó la asociación de pubs británicos cayeron como un trago de cerveza caliente: fueron desagradables y percibidos con cierta desazón. La British Beer and Pub Association afirmó que en los últimos 35 años han cerrado uno de cada cuatro pubs en el reino, hasta llegar a los actuales 50.800. Pero durante ese período la población creció un 16%. ¿Es que a los ‘british’ ya no les agrada tomarse una pinta?

Una causa podría ser la menor popularidad de la cerveza, sugiere la publicación The Economist. Esta bebida tuvo un pico de consumo en 1978, pero desde 2003 se encuentra en una pendiente que no cesa: ese año se encontraba en 99 litros por persona anuales, y una década después estaba en 67,4 litros anuales, o sea un descenso del 32%.

A cambio de la rubia ‘ale’ o la negra pinta de Guinness, los británicos se decantan por probar vinos importados (con un consumo de 20,4 litros por persona al año), y cada vez más crece la sidra. También otras bebidas como el tradicional café: todavía los 70 millones de tazas de café diarias que se consumen en Gran Bretaña son menos de la mitad de las 165 millones de tazas de té, pero las cafeterías de amplios ventanales, sillones cómodos y precios dignos de Oriente Medio crecen en todo el territorio, en una avanzadilla liderada por las cadenas Greggs (con 1.621 locales), Costa Coffee (1.582 comercios), Starbucks (719) y Caffe Nero (508).

Londres no es lo que era

El cierre de pubs es especialmente preocupante en la capital británica, que en los últimos 15 años vio cómo 1.200 locales bajaron la persiana, un 25% de los 4.835 sitios que había en 2001, y no hay barrio que esté a salvo: sólo Hackney, al nordeste de la ciudad, tuvo un ligero repunte. Pero en algunos distritos, como Barking & Dagenham, Croydon, Hounslow, Waltham Forest o Enfield casi el 50% de sus pubs pasaron a otra vida.

Entre las causas posibles, un investigador de la Universidad de Oxford plantea un problema de mercado: muchos barrios habían llegado a una cierta saturación de pubs; es lógico, pues, que ante una menor demanda empiecen los cierres, analiza Noah Carl.

Pero en esta década y media la población londinense subió un 24%, en 1,7 millones de personas. Los números no encajan.

Razones demográficas

Carl sostiene que el crecimiento demográfico se ha dado en comunidades con poca o ninguna tendencia a pasar el rato en un pub: se refiere al aumento de ciudadanos de etnias sikh, hindú o musulmana, que pasaron de representar un 13% a un 18,5% de los ciudadanos. En tanto, el porcentaje de británicos de varias genweraciones bajó de 60% al 45%.

Este aumento de la población con nuevas costumbres –y poco amiga de la cerveza-, junto con la saturación y el incremento de los precios de los alquileres de los locales fue más intenso en los distritos más alejados del centro. En Westmister la caída de pubs desde el 2001 fue apenas del 15% y en la City no ha llegado al 20%, apuntalado en gran parte por el continuo flujo de turistas que quiere darse el gusto de probar una pinta en el corazón de la metrópolis londinense. De hecho, uno de cada dos visitantes extranjeros cumple con el rito de sentarse en uno de estos locales. Pero en otros barrios más alejados y de menor poder adquisitivo, como Lewisham, los crueles datos muestran el cierre a fecha de hoy de más del 40% de sus pubs.

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