Los destinos conflictivos regalan un millón de turistas a España

Canarias y Baleares catapultan sus índices de pernoctaciones gracias a la llegada de visitantes que solían ir a Francia, Egipto o Turquía

El turismo en España sigue con viento de cola: desde el 2010 la llegada de visitantes ha subido un 30%, y para este año, se espera superar el récord de 68 millones de turistas de 2015.

Además de una mejora en la competitividad, de una mayor seguridad (sanitaria, policial…) y de estabilidad económica, entre un 30% y un 36% del aumento de las pernoctaciones se explica por la llegada de turistas “prestados”, que solían pasar sus vacaciones en destinos que ahora atraviesan crisis económicas o políticas, o son castigados por actos terroristas. En total, según el Observatorio Económico del BBVA, se trata de un millón de turistas extras.

Uno de los países que más ha sufrido la pérdida de turistas es Egipto, que hasta el 2010 había triplicado sus visitantes, hasta llegar a los 14 millones, de los cuales la mitad provenía de la Unión Europea. En la cercana Túnez las temporadas crecían año a año, y se registraron siete millones de turistas que recorrían sus ruinas romanas y disfrutaban de los complejos con sus propuestas ‘todo incluído’.

Entre un 30% y un 36% del aumento de las pernoctaciones proviene del turismo ‘prestado’

Pero la llegada de la Primavera Árabe, que derivó en un golpe de Estado en Egipto en febrero de 2011 y en una constante agitación política en Túnez, redujo el turismo extranjero en estos países en más de un tercio.

En la costa de enfrente del Mediterráneo, Grecia se ha visto sacudida por una fuerte crisis económica y política que ha causado un maremagnum de huelgas, protestas y duros enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad. Desde el 2012, las islas y tierras helenas han perdido un 8% de visitantes.

En Francia, los atentados terroristas de Niza y París han llevado a una caída del 16% de turistas extranjeros, pese a que el país vecino sigue siendo el más visitado del mundo, con 85 millones de personas.

Turquía, pese a la guerra en la cercana Siria, parecía inmune a los vaivenes políticos de Oriente Medio, pero tras los atentados en el aeropuerto de Estambul y en el centro de la ciudad, sumados al fallido golpe de Estado de julio de este año derrumbaron el número de visitas un 30% en los últimos trimestres.

Turquía es uno de los países que ha visto desplomarse las llegadas este año

Este millón de turistas que ha optado por poner proa a España se ha dirigido, sobre todo, a las provincias de Las Palmas (que ha tenido un crecimiento de pernoctaciones del 68,2%), Cádiz (ha subido un 67,8%) y Baleares (63%).

Según el informe del BBVA, este impulso exterior al turismo local no se frenará en el corto plazo; pero, para cuando cambien las condiciones, deberían ponerse en marcha varias estrategias para fidelizar a estos turistas «ocasionales».

Una de estas ideas es aumentar la diversificación de los visitantes, con la conquista de mercados no tradicionales. Otra es reducir la estacionalidad, porque todavía España recibe tres veces más turismo en la temporada alta que en la baja.

Y el tercer punto es mejorar la competitividad, que no consiste sólo en políticas de precios bajos o evitar aumentos abusivos. Se trata, indican en el Observatorio, de que haya una adopción más intensa de las nuevas tecnologías, aumentar las inversiones y por tanto la calidad y actualidad de las instalaciones, con una mayor rapidez en la concesión de las oportunas licencias y en una apuesta decidida por la formación.

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