Los empresarios se hartan del foro turístico de Colau

Varios miembros del Consell de Turisme i Ciutat lamentan la inutilidad de los encuentros, que no han servido para aprobar ninguna medida

En su momento pareció una buena idea: un foro entre entidades vecinales, expertos turísticos y empresarios del sector para gestionar las (muchas) tensiones que vive Barcelona por la llegada de visitantes foráneos. Una propuesta de la alcaldesa Ada Colau que se aprobó con honores hace dos años pero que ha naufragado en su objetivo- Y los ejecutivos han estallado.

En el último encuentro del Consell de Turisme i Ciutat, celebrado a mitades de junio, las tensiones se hicieron evidentes. Si los empresarios llevaban preparado un manifiesto en el que lamentaban que la mesa no había servido para aprobar ninguna medida ni limar asperezas entre ciudadanos, el vicepresidente Joan Gaspart –representante de la actividad económica– fue un paso más lejos.

Una encendida intervención del presidente de Hoteles Husa denunció el fracaso de un foro en el que las posiciones cada vez estaban más separadas. «Aquí está lleno de gente que odia el turismo», llegó a decir. El mayor contraataque lo recibió del regidor de la CUP ante los intentos fallidos de Agustí Colom, regidor de turismo de la ciudad y presidente de la mesa, de poner paz. La discusión se alargó hasta altas horas de la noche.

Lo cierto es que el Consell ha sido incapaz de encontrar soluciones para capítulos tan polémicos como la saturación de ciertos barrios, la reforma del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos o la reducción de las terrazas en las calles más transitadas de la capital catalana. La inoperancia ya la advirtieron algunos miembros en el primer debate celebrado.

La otra queja de los empresarios llega a la hora de medir la representatividad: se sienten en minoría. De 60 miembros, sólo 13 responden a asociaciones y patronales empresariales como el Gremi d’Hotels, la Cambra de Comerç, l’Associació Catalana d’Agències de Viatges o Pimec.

Por ello, el propio Gaspart lidera lo que se ha denominado como «la mesa Miramar». Previo a los consejos, los directivos se reúnen en el hotel Miramar con tal de preparar los encuentros y hacer frente común.

Ahora quiere ir un paso más lejos con la creación de unos encuentros entre los técnicos de las asociacións empresariales que sean capaces de elaborar un paquete de medidas concretas que ayuden a desencallar una institución que ha embarrancado entre tensiones políticas y acusaciones cruzadas entre ejecutivos y entidades vecinales.

 

 

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