Los ultras hostigan a turistas en Barcelona

La extrema derecha ha metido un pie en las protestas de los vecinos de la Barceloneta, un grupo de los cuales denuncia la masificación turística y el incivismo en el barrio barcelonés. Fuentes conocedoras denuncian que «radicales» comandan un grupo de unas 15 o 20 personas que patrullan el barrio, hostigando a visitantes extranjeros.

Las fuentes vecinales consultadas afirman que la «patrulla», activa sobre todo los fines de semana, no es toda de extrema derecha. «Hay una amalgama. Pero que la integran miembros como Ana Pagés, es innegable», aseguran las mismas voces.

Pagès es la número dos de la lista del partido antiinmigración en Barcelona a las elecciones municipales del 24 de mayo, en una candidatura que encabeza Javier Pedro Matías. M., otro simpatizante del partido que acuñó el lema «Primero los de casa»,  también participa en las patrullas.

Hostiles

Cualquiera su composición, el grupo radical ha llevado las protestas al extremo. «Se trata de turismofobia: lo denuncian todo, restaurantes, bares, turistas que arrastran maletas, etc», subraya una vecina que quiere permanecer en el anonimato.

Uno de los incidentes más graves se produjo el 17 de abril, cuando hubo un conato de agresión a un joven que defendió a una turista del grupo. El encontronazo quedó grabado por las cámaras de Telecinco (imagen adjunta).

Pero, ¿qué ocurre? «Hasta ahora poco. No se puede decir que haya incivismo. Cada día hay 15 agentes cívicos patrullando por el barrio, inspecciones contra pisos turísticos y la oficina de denuncias. Además, el turismo ha bajado. Si hay congestión, se verá en verano», añade otra residente del barrio.

Trabajo de la policía y del ayuntamiento

La Asociación de Vecinos del barrio no comparte la idea de tomarse la justicia por su mano. «Si hay incivismo, es tarea de la policía poner remedio. Podemos compartir el diagnóstico, pero no la solución. No somos partidarios», señala Oriol Casabella, portavoz de la agrupación vecinal.

El representante también denuncia la parálisis política. «El ejecutivo de Trias no ha sido capaz de desarrollar un marco normativo en cinco años. Ha puesto parches. Se trataría de abordar la masificación de forma integral: apartamentos, hoteles, etc, con un plan completo», añade Casabella.

«Miedo»

Mientras la solución municipal se encalla, algunos vecinos hablan de «miedo». A las puertas de la campaña estival, una comerciante de la zona avisa: «La cosa no está tan tensa como el año pasado, pero si las protestas se escoran hacia el radicalismo, puede haber problemas graves».