Madrid busca la forma para explotar turísticamente los restos de Cervantes 

El organismo turístico no tiene potestad para aprovechar turísticamente el hallazgo arqueológico. El director de Marketing del ente señala que toda la responsabilidad recae en las monjas trinitarias, propietarias de la sepultura

En Madrid hay revuelo por el hallazgo de los restos de Miguel de Cervantes. Mientras algunos empresarios ya se frotan las manos y ven futuros negocios alrededor de la figura del autor de El Quijote, las administraciones públicas se rompen la cabeza en cómo incorporar el descubrimiento a la oferta turística de la ciudad. No obstante, tienen un problema de partida. La propiedad de la sepultura pertenece al convento de las Trinitarias. Son ellas las que tienen la última palabra si se decide a sacar rédito del manco de Lepanto.

Joaquín Castillo, director de turismo de la Comunidad de Madrid, explica la situación de la administración pública con este caso. «El hallazgo de los huesos de Cervantes no pertenece al Ayuntamiento ni a la Comunidad, ya que el recinto es de las madres trinitarias, por lo que la Administración solo puede esperar acontecimientos», aseguró en el II Foro sobre Turismo Cultural de la Asociación Española de Profesionales del Turismo (AEPT).

Así, hasta que la orden religiosa no tome una decisión, la administración pública está fuera de juego. Miguel Sanz, director de marketing de Madrid Destino, tiene claro los límites de lo público y lo privado. «La administración no puede iniciar la explotación de la iniciativa privada», aseveró en el encuentro.

En su opinión, la Comunidad y el ayuntamiento están principalmente para apoyar a las empresas con medidas como mejorar la señalización, establecer un protocolo de conservación de los recursos o implementar la información de los mismos a través de las Oficinas de Turismo, pero no pueden traspasar ciertos límites.

El hallazgo de los restos de Cervantes refuerza el debate sobre los límites de lo público y lo privado en el sector turístico. Las palabras de Castillo y Sanz no fueron aplaudidas por los empresarios que acudieron al encuentro. El sector privado pidió unas políticas de promoción mucho más agresivas, citando las que se han hecho en otros países como Francia, que sin grandes desembolsos económicos ha hecho que miles de personas vayan cada año a visitar la tumba de Antonio Machado en la localidad de Colliure. 

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