Madrid monta visitas gratis a la tumba de Cervantes

El ayuntamiento de Madrid, a través del área de turismo de Madrid Destino, ha comenzado las visitas a la tumba de Miguel de Cervantes con motivo del IV centenario de su muerte. Madrileños y turistas ya pueden conocer en profundidad, con las explicaciones de guías profesionales, el lugar donde yacen los restos del escritor.

Hasta el 31 de diciembre, a excepción de julio, las visitas de media hora se desarrollarán los viernes a las 16 horas (inglés) y a las 17 horas (castellano), y los sábados a las 11 horas (inglés) y a las 12 horas (castellano). Las inscripciones deben realizarse de forma presencial en el Centro de Información Turística de la Plaza Mayor y los grupos tienen que tener un máximo de 25 personas cada uno.

Evidencias arqueológicas

Según indica su testamento, Miguel de Cervantes solicitó ser enterrado en la iglesia del convento de las Trinitarias Descalzas, en agradecimiento a los Trinitarios que le liberaron de los cinco años y medio de cautiverio en Argel, en manos de los piratas berberiscos. Tras la construcción del nuevo templo, se perdieron los vestigios de su tumba.

Las investigaciones llevadas a cabo por un equipo multidisciplinar, que terminaron hace cerca de un año, concluyeron que hay evidencias documentales, históricas y arqueológicas para acreditar que entre restos que se hallaron en la cripta, situada en la iglesia actual, se encontraban los de Cervantes y de su mujer Catalina de Salazar.

Convento no desamortizado

El junio de 2015 se trasladaron estos restos y los de otras personas encontrados en la cripta a una lápida que se colocó en la iglesia de San Ildefonso de dicho convento. Allí el Ayuntamiento instaló la placa que reza: «Yace aquí Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616)».

Durante este año se continuarán los trabajos para estudiar los restos de niños que se encontraron en la misma cripta y en los que se evidenció un fuerte raquitismo, más alto que el habitual en aquélla época en otros países, por lo que su estudio puede ayudar a comprender mejor ese momento histórico.

La iglesia es un ejemplo del barroco madrileño del siglo XVII, proyectada por el arquitecto Marcos López, con base de cruz latina y sin capillas laterales. En su interior, entre otras joyas de la época, pues fue un convento no desamortizado, se puede admirar una Magdalena Penitente, atribuida a Pedro de Mena, que se encuentra entre las diez esculturas barrocas más importantes de España.

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