Más allá del Muro: los recuerdos de la Guerra Fría en Berlín

En pocos días, más exactamente el 9 de noviembre, Berlín festejará los 30 años de la caída del Muro con una batería de 200 eventos y festejos. Pero más allá de conocer los fragmentos que siguen en pie, pasear por el Checkpoint Charlie o visitar el museo dedicado a esta pared divisoria, en la capital alemana se encuentran otros recuerdos, menos conocidos, de los años de la Guerra Fría.

El museo más pequeño de Berlín (¿o del mundo?)

El Museumswohnung, o sea el Museo del Apartamento, seguramente es el más pequeño de la ciudad; y quien sabe si no lo es del mundo.

En el barrio de Hellersdorf, en Berlín Este, se encuentra este piso que permite ver cómo era la vida en la República Democrática Alemana durante los años 70 y 80.

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Estos eran los apartamentos WBS-70 de la empresa Wohnungsbaukombinats Cottbus. Como tenían cuartos de baño privados, agua caliente y calefacción centralizada era un lujo para los habitantes del Berlín Oriental.

El museo presenta un salón, una habitación, la cocina, el baño y un estudio decorado con el mobiliario de esas décadas, como televisión blanco y negro, equipo de sonido, libros, revistas, vinilos, una máquina de escribir; e incluso productos de limpieza o para cocinar auténticos.

Memorial de Günter Liftin

Algo oculto entre edificios de viviendas en la Kieler Strasse, en el barrio de Mitte, se levanta una torre de vigilancia construida por la RDA.

Este es un homenaje a Günter Liftin, un ciudadano que intentó cruzar a nado el canal Berlin-Spandau 11 días después de que se construyó el Muro en 1961 y fue asesinado por la policía. Fue la primera víctima de esta construcción asesinada a tiros.

Günter Liftin fue la primera víctima tiroteada desde el Muro de Berlín. Su hermano reconstruyó la torre desde donde le dispararon

Su hermano, en su homenaje, se encargó de evitar el derrumbe de la torre de vigilancia desde donde le dispararon, y la sigue manteniendo al día de hoy.

Monumento a Ernst Thälmann

Uno de los últimos proyectos urbanísticos de la RDA fue el parque creado en 1986 para homenajear al dirigente comunista Ernst Thälmann en el centenario de su nacimiento.

El busto con su figura y una bandera de bronce que simula flamear, típico estilo del arte realista soviético, se encuentra en un hermoso parque de 25 hectáreas que sobrevive a la gentrificación del barrio Prenzlauer Berg, donde crecen las torres con pisos de lujo .

Checkpoint de Chausseestrasse

El Checkpoint Charlie era el más famoso, pero entre las dos mitades de Berlín había varios puntos de control, como el de Chausseestrasse.

Este era el único en el que los ciudadanos del lado occidental podía cruzar en coche. Nada queda de la caseta metálica, la barrera de hormigón y la torre de vigilancia de los años de la Guerra Fría; sino que en el lugar hay una gasolinera y un bonito parque.

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Pero si se mira con cuidado se pueden ver los adoquines que marcan por donde pasaba el Muro, y en el asfalto hay dibujos metálicos con siluetas de conejos.

Esta es una creación de la artista Karla Sachse, una referencia a que estos roedores eran los únicos que podían cruzar de un lado al otro del Berlín dividido sin riesgo de ser tiroteados.

Bares al estilo socialista

A pesar de la veloz recuperación de Alemania del Este del comunismo en el país hay nostálgicos de la época de la RDA.

Uno de los cafés que mantienen una estética de los años de la Guerra Fría es Die Tagung (El encuentro), donde hay desde un busto de Lenin a fotos de dirigentes, pasando por publicidades en luces de neón y menús originales, con la cerveza a 0,07 marcos.

La llegada de inmigrantes en los años ‘70, llamados ‘trabajadores invitados’, trajo una importante influencia gastronómica. De ellos, el restaurante Datscha ofrece platos de influencias rusas en un local decorado con muebles y luces que tienen 50 años de vida.