Menús digitales y brunch flotantes: así vuelve el turismo a Mónaco

Acorde con sus visitantes, el sector turístico del principado adopta exclusivas medidas de seguridad para su apertura el próximo mes de junio

A pesar de una incidencia del coronavirus baja, que apenas ha causado 100 casos -aunque uno de ellos haya sido el príncipe Alberto- Mónaco también impuso un confinamiento que paralizó la actividad turística, con restaurantes, casinos, cafés y teatros cerrados. Ahora plantea una desescalada tan lujosa como el propio destino.

Menús descargables en teléfonos inteligentes, techos retráctiles en sus restaurantes, robots o desayunos flotantes son algunas de las medidas con las que los establecimientos turísticos vuelven a dar servicio a sus exclusivos clientes.

Los primeros viajeros que podrán llegar a Mónaco son los franceses, el próximo 2 de junio

[Para leer más: Verano en Europa: estos son los destinos a los que se podrá viajar]

Desconfinamiento a todo lujo

Aunque el principado decretó el cierre de establecimientos no esenciales el pasado 15 de marzo, lo cierto es que algunos hoteles nunca llegaron a cerrar, como el mítico Hôtel Paris.

Según informa The Telegraph, el establecimiento permaneció abierto para sus residentes a largo plazo, que disfrutaron de un aislamiento cinco estrellas en el que no faltaron los platos de sus restaurantes favoritos ni la atención personalizada que suelen recibir, ya que parte del personal, incluido el gerente del hotel, se encerró también para garantizar el correcto funcionamiento.

En la vuelta a la normalidad, el país se prepara, junto a su selecto sector turístico, para volver a recibir a los acaudalados visitantes en medio de grandes y sofisticadas medidas de seguridad.

Según el responsable de prensa de la Oficina de Turismo de Mónaco, Christophe Brico, el gobierno baraja la fecha del 2 de junio para comenzar a recibir visitantes, siempre en función de la evolución de la pandemia y con “medidas especiales de protección”.

Los primeros en llegar serían los turistas franceses que procedan de un radio de proximidad (cuatro o cinco horas en coche).

Si todo va bien, se abrirán las fronteras a otros visitantes en julio, en principio alemanes, italianos y, quizás, británicos. En cualquier caso, apunta, “Nuestras fronteras estarán cerradas este verano a turistas no europeos”.

Hotel de Paris, Monte Carlo. Foto Leading Hotels of the World.

Hotel de Paris, Monte Carlo. Foto Leading Hotels of the World.

El país es consciente de la importancia de la colaboración con Francia, ya que gran parte de sus visitantes acceden por el aeropuerto de Niza. Precisamente esos, señala Brico, “serán recibidos por un robot emisor de luz ultravioleta que elimina las bacterias y los virus suspendidos en el aire o en las superficies”.

Medidas rápidas y eficientes

Con tan solo 2 km2, el pequeño Mónaco cuenta con el factor inmediatez como baza. Una vez decretadas las medidas será sencillo replicarlas en los negocios turísticos. De hecho, según el órgano de turismo, la seguridad sanitaria será una de sus banderas para atraer al turismo de alto nivel que acostumbran: “nuestro objetivo es convertirnos en un destino conocido no solo como el más glamuroso, sino también como el más seguro y saludable”.

Antes de que los viajeros comiencen a llegar, y mientras abren de nuevo negocios no esenciales como tiendas, peluquerías o spas, se realizarán pruebas de detección a toda la población.

Las playas ya están abiertas para nadar, aunque aún no se permite tomar el sol, y con socorristas arados de desinfectantes para limpiar frecuentemente las duchas.

Les seguirán, previsiblemente a mediados de junio, restaurantes y cafés, mientras otros establecimientos como discotecas y gimasios lo harán a mediados de julio.

Tecnología a prueba de covid

Mientras esto llega, el sector turístico se prepara. Según explica a The Telegraph el grupo Monte-Carlo SBM, que gestiona el Casino y la Ópera de Monte Carlo, así como el Hôtel de Paris, se están adoptando todos sus alojamientos, restaurantes y spas a la nueva situación con medidas para controlar el aforo y hacer más seguro el consumo.

Así, las cartas de los restaurantes se podrán descargar en los teléfonos de los comensales a través de códigos, se fijará un espacio de 4 m2 por perzona y los buffets se sustituirán por opciones como bandejas flotantes en la piscina o cenas personalizadas junto a la hamaca.

También se aprovecharán al máximo los espacios al aire libre, como las terrazas de los restaurantes, como la del famoso Le Grill del Hôtel de Paris.

a.
Ahora en portada