Milán para foodies: direcciones imprescindibles para comerse la ciudad

Cuna de la moda italiana, Milán es también uno de los mejores destinos para abandonarse a la muy italiana costumbre del aperitivo. Te decimos dónde

Se cuenta que Antonio Benedetto Carpano inventó el vermú en el siglo XVIII en Turín y que, además, extendió la moda de acompañar esta nueva bebida alcohólica con algo de comida. Así nació el aperitivo, una costumbre elevada en Milán al rango de arte con su propio manual de uso.

El aperitivo en Milán poco o nada tiene que ver con lo que conocemos como tal en España.

Por el precio de una bebida (entre 8 y 20 euros de media)  podremos seleccionar entre un buen puñado de propuestas gastronómicas que incluyen desde pastas a embutidos, pasando por pizzas y ensaladas

Típico entre las 19:00 y las 22:00 horas, posee una dinámica propia que consiste en tomar un lugar en la barra o en una mesa, elegir una bebida -ya sea el vermú artesanal un cóctel Aperol Spritz-, pagar un precio que oscila entre 8 y los 20 euros en función del local y, automáticamente, prepararse una selección en el bufet disponible que incluye platos de pasta, pizzas, ensaladas, embutidos locales, frutas y dulces. ¡Sencillamente arrebatador!

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Tan glamuroso como Milán

Como hay mucho donde elegir, y teniendo en cuenta que una de las grandes aficiones de los milaneses es dejarse ver y observar a los demás, algo que hay que tener muy en cuenta, os mostramos las opciones idóneas e imprescindibles para deleitarse con el aperitivo en la ciudad más glamurosa y atractiva del norte de Italia.

Capital italiana de la moda, Milán es un escaparate constante del buen gusto. Foto Alex Vasey |Unsplash.
Capital italiana de la moda, Milán es un escaparate constante del buen gusto. Foto Alex Vasey | Unsplash.

De paso, y entre bocado y bocado, te recomendamos algunas actividades que no puedes dejar de realizar en una ciudad que rezuma arte y cultura por cada uno de sus poros.

Terrazza Aperol es un clásico en la Galería Vittorio Emanuele; abrió sus puertas en los años 30 del siglo pasado aunque en 2014 fue totalmente remodelado

Terrazza Aperol

Probablemente no haya un espacio más gozoso en Milán para disfrutar de la hora del aperitivo que Terrazza Aperol, pues se ubica en una terraza de la Galería Vittorio Emanuele, a pocos metros de la famosa Piazza del Duomo, con increíbles vistas a la famosa catedral gótica.

El local, al que habitualmente acude gente del mundo de la moda, abrió sus puertas en los años 30 del siglo pasado y en el 2014 fue completamente remodelado para darle el aire vanguardista que posee en la actualidad.

Aperol,  Milán.
El local de Aperol fue totalmente remodelado en 2014. Foto Aperol.

Su oferta de pequeños platos gourmet incluye delicadezas como el pan tostado con jamón de Parma, mostaza y mermelada de higos, gelée de tomate con tiras de queso burrata o el incomparable risotto alla milanese, entre otros.

Famosos cócteles como el Rossini, el Negroni Sbagliato o el Perseghetto nacieron en el Bar Basso

Por otra parte, Terrazza Aperol es conocidísimo en toda Italia ya que aquí, en los años 60, se puso de moda un coctel que comenzó consumiéndose en Italia, para luego hacerlo en todo el mundo: Aperol Spritz, una bebida de inconfundible color anaranjado, elaborado con botánicos, hierbas y raíces, que se toma como refresco y también como acompañamiento del aperitivo.

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Bar Basso

Reconocido como uno de los bares de cócteles más famosos de Milán, Bar Basso, emplazado en Via Plinio, fue fundado por Giuseppe Basso en 1947. Siempre fue un lugar de encuentro privilegiado para diseñadores italianos y extranjeros, periodistas, artistas y escritores.

Cócteles famosísimos como el Rossini, el Negroni Sbagliato y el Perseghetto nacieron aquí.

Lugar de culto para bebedores sofisticados, el Bar Basso fue el primero en introducir un ritual de aperitivo hoy generalizado en Milán

El Bar Basso es uno de los lugares raros donde la tradición y el encanto de los grandes bares internacionales siguen vivos y se sienten así todavía hoy en día. Un bar para aquellos que pueden reconocer y apreciar una bebida preparada y servida a la carta.

Excelente cócteles en el Bar Basso.
Excelente cócteles en el Bar Basso.

Lugar de culto para bebedores sofisticados, fue el primer bar en introducir un ritual de aperitivo generalizado en Milán: si los cócteles se podían consumir primero en los salones exclusivos de los hoteles internacionales de lujo, a partir de 1947 comenzaron a agitarse cuidadosamente en este lugar, compartidos a la hora del aperitivo con platos fríos y calientes, sencillos y saludables, con sabores locales e internacionales: ñoquis romanos y clásicos como el Club Sandwich o el delicioso pastel de pollo.

La cocina del Basso a menudo cruza el umbral del bar para ofrecer un servicio de catering impecable con clientes de la talla de Valextra, Gucci y Coach, entre otros.

Roialto

En el 55 de la céntrica Vía Piero della Francesca, los milaneses disponen del Roialto, un elegante y moderno bar considerado como uno de los más grandes del mundo gracias a su superficie de más de 1.600 metros cuadrados. Roialto abre sus puertas a las 18 horas hasta las 23 para ofrecer su “pequeño” aperitivo: nada más y nada menos que diez espacios culinarios distintos, a cargo de los cuales se sitúa un chef.

Roialto, uno de los bares más grandes del mundo en superficie, ofrece hasta 10 espacios culinarios diferentes

Impresionantes sus platos de pasta preparados al instante y los buenísimos antipasti de todo tipo. También excelentes quesos italianos y ensaladas. Algunas noches el Roialto se dedica a la música en directo o a la actuación de algún renombrado Djs.

Roialto Milán
No dejes de probar un plato de pasta en Roialto. Foto Roialto.

Radetzky Cafe

Desde que abrió sus puertas en 1988 en el número 105 de Corso Garibaldi, el Radetzky Café, que se caracteriza por su decoración diáfana e innovadora, se ha convertido también debido a su atmósfera especial y a su encanto, en un local muy frecuentado por arquitectos, artistas y diseñadores, siendo uno de los principales puntos de encuentro de la vida social milanesa.

Su cocina “non stop”, permite disfrutar de sus propuestas a cualquier hora, pero es sobre todo a partir de la caída del sol, cuando comienza el bullicio y la alegría en el Radetzky.

Hay muchas opciones, todas de excelente calidad, para gozar del aperitivo vespertino: salmón ahumado salvaje, fiambres y quesos italianos, ostras y caviar, entre otros delicatesen. La coctelería es muy buena, así como la exclusiva carta de vinos y vermús italianos escogidos con entendimiento y criterio por su propietario. Un lugar para ver y dejarse ver, a la vez que se disfruta de una de las experiencias italianas que más favorecen al ser humano: la dolce vita. 

Radetzsky Cafe, Milán.
Foto Radetzsky Cafe, Milán.

Otras pistas en Milán

Los amantes de la moda que no hayan visitado todavía el flamante museo Armani/Silos, deberán dirigir sus pasos hacia el 40 de la Via Bergognone. En sus orígenes era un granero construido en 1950, y, tras su reestructuración, se ha convertido en un espacio de alrededor de 4.500 m2 que se extienden por cuatro niveles y que explican los últimos 40 años de una firma señera en Italia.

Por su parte, la Pinacoteca di Brera (Via Brera, 28), el museo de arte pictórico más prestigioso de la ciudad, te da la oportunidad de observar de cerca obras de Caravaggio, Tintoretto, Rafael, El Greco y muchos otros maestros.

Y, por último, y si dispones de algún día extra, te sugerimos que tomes algunos de los cómodos trenes que diariamente se dirigen desde la estación Central de Milán al Lago de Como, lugar de veraneo de las clases pudientes milanesas, y te des un paseo por su bucólico entorno, sin olvidar visitar preciosos pueblos medievales como Menaggio, Varenna, Brienno, Laglio y Torno.

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