Un paseo por muelles más bonitos y elegantes de Europa
Este recorrido por las costas europeas permiten descubrir las elegantes siluetas de los muelles que roban, tímidamente, unos metros al mar
Estos muelles costeros no sirven para que atraquen barcos. Para eso están los anodinos espigones de hormigón de los puertos. Estas estructuras son para que disfruten los peatones, que puedan tener un paseo marítimo sobre las olas y sientan que pueden caminar sobre el mar sin necesidad de milagros.
Nacidos en el primer tercio del siglo XIX en Inglaterra, se popularizaron algunas décadas más tarde cuando las emergentes burguesías buscaban nuevos centros de ocio y de esparcimiento en la naturaleza pero sin alejarse demasiado de la ciudad.
Muchos de estos muelles costeros tiene más de un siglo de vida. Han resistido tormentas, derrumbes, bombardeos y otros castigos relacionados con el paso del tiempo. Pero los años no han derruido su elegancia.
Ahlbeck, Alemania
En el Mar Báltico, la isla alemana de Usedom es famosa por su arquitectura decimonónica. De fines del siglo XIX provienen sus cinco muelles, pero el más famoso y antiguo es el de Ahlbeck. De hecho es el más longevo de todo el país.
El muelle de Ahlbeck, en Alemania, es el más antiguo de todo el país
Construido en 1898, su pasarela de 298 metros transcurre en su mayor parte en la playa, hasta llegar a un restaurante caracterizado por las cuatro torretas de sus lados.
El muelle de Ahlbeck tiene una pasarela de casi 300 metros. Foto: Pxhere.com
Sellin, Alemania
El edificio de este muelle, en la isla de Rügen, es uno de los más bonitos del norte de Europa. Con sus paredes acristaladas y pináculos oculta la pasarela que se adentra en el Báltico, que culmina en una antigua campana de buceo.
El edificio del muelle de Selin es uno de los más bonitos. Foto: Pxhere.com.
Si uno quiere tener uno de los casamientos más románticos recuerde que aquí hay una oficina del registro civil, así que no hay excusas.
Varberg, Suecia
Como en tantos otros puntos de Suecia el muelle de Varberg se corona con un bonito edificio que tiene un spa de aguas frías.
El edificio de Varberg tiene un sauna de aguas frías. Foto: Pxhere.com
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Aquí se trata de sudar en un sauna, con vistas al mar, y luego sumergirse en agua helada.
Este ritual se practica hasta en invierno, y una vez repuestas las energías, se puede tomar un café mientras el cuerpo recupera la temperatura.
Brighton, Reino Unido
Para muchos británicos Brighton es sinónimo de vacaciones de verano, aunque también recibe su flujo de turistas en buscan una escapada a pesar del duro invierno atlántico.
El muelle de Brighton, con sus kioscos y su pequeño parque de diversiones, es el más famoso del Reino Unido
El muelle, construido entre 1891 y 1899, es un auténtico viaje en el tiempo, con sus kioscos intactos, un reloj que es uno de los emblemas del lugar y un pequeño parque de diversiones de un divertido aire retro, coronado con la noria que en las alturas despliega interesantes vistas de la ciudad.
De los tres muelles de Brighton solo ha sobrevivido este. Foto: Pxhere.com
Scheveningen, Países Bajos
En el distrito de La Haya Scheveningen es el sexto balneario más importante de los Países Bajos.
El muelle de Scheveningen presume de modernidad. Foto: Pxhere.com.
Su muelle, construido en 1901, es el símbolo por excelencia de la ciudad costera. Tras la renovación de 2015 amplió su oferta gastronómica y de ocio, con una noria gigantesca y una torre desde donde se pueden realizar saltos de bungee jumping.
Biarritz, Francia
Esta ciudad francesa fue una de las primeras en convertir al turismo en sinónimo de elegancia y glamour.
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Uno de sus puntos más interesantes es la Roca de la Virgen, una formación pétrea que surge del mar y donde hay una pequeña ermita con una figura de María. Según la leyenda, es tan blanca que por las noches su luz guiaba a los marineros.
La pasarela diseñada por Gustav Eiffel lleva hasta la Virgen de la Roca, en Biarritz. Foto: Flickr.
Para llegar a ella hay que transitar por un muelle metálico diseñado por Gustav Eiffel, el mismo que se haría famoso con la torre de París.
Llanes, Asturias
Este muelle es diferente a los que estamos conociendo. Visto desde un ángulo, es una estructura de hormigón sin más importancia, que protege al puerto de Llanes de las olas del Cantábrico.
Los cubos de la memoria, una obra creada por Agustín Ibarrola en Llanes. Foto: Wikipedia.
Pero del otro lado de la pasarela hay una serie de cubos de colores, pintados por Agustín Ibarrola, que dan una pátina de arte al rompeolas del espigón.
La idea de estos gigantescos dados de color los visitantes puedan conocer la memoria del artista y de este rincón de Asturias, que si se visita en diferentes momentos del día se comprobará que cambian de tonalidades.
Juan Pedro Chuet-Missé es redactor de Cerodosbé/Tendencias desde 2017, y del Grupo Economía Digital desde 2015. Especialista en destinos fuera de lo común, cultura, estilo de vida, viajes y todas aquellas historias que vale la pena contar.
