Las deudas zarandean el imperio de Eurodisney

El parque temático parisino perdió 705 millones de euros el año pasado y arrastra un déficit de más de 1.000 millones de euros

Eurodisney cumple el miércoles 25 años en París, durante los que ha recibido a más de 320 millones de visitantes y ha contribuido al 6,2 % de los ingresos turísticos de Francia, pero los resultados empresariales, y sobre todo el lastre de la deuda, han conducido a sucesivas reestructuraciones.

El complejo de Eurodisney, a una treintena de kilómetros al este de la capital francesa, tuvo 13,4 millones de visitas el ejercicio pasado, finalizado el 30 de septiembre, lo que supuso un retroceso del 10 % respecto a un año antes. Una evolución vinculada directamente al contexto de los atentados yihadistas perpetrados en Francia desde 2015, que ha castigado especialmente París pero que parece corregirse en los últimos meses.

Entre octubre y diciembre, las entradas a los parques progresaron un 6 % respecto a esos mismos meses de 2015 -un trimestre en el que cerraron cuatro días a causa de los ataques yihadistas del 13 de noviembre en París-.

Está por ver si este comienzo de recuperación se traduce en los resultados de la empresa, que arrastra años de cuentas en rojo que llegaron a unas pérdidas récord de 705 millones de euros el pasado ejercicio, en el que terminó con una deuda de 1.135 millones de euros, frente a 1.001 millones un año antes, y que pesa duramente sobre sus perspectivas de futuro.

Esa situación es la que llevó a la casa matriz estadounidense, Disney a anunciar a comienzos de febrero una opa sobre la totalidad de las acciones de su filial francesa, en la que ahora ya controla más del 85 % del capital. El propósito declarado es tomar el control para reducir el pasivo, mejorar la tesorería y realizar inversiones por hasta 1.500 millones de euros. La oferta a dos euros por título supone una prima del 67 % si se compara con la cotización de Eurodisney inmediatamente antes de que se anunciara, lejos del equivalente de 11 euros cuando salió a bolsa en noviembre de 1989.

Más allá de esa decepción en las expectativas financieras que se generaron cuando en diciembre de 1985 Disney formalizó su apuesta por París para implantarse en Europa, el complejo ha cambiado el paisaje geográfico y ha supuesto un impulso económico indudable para la región.

El mes pasado se cumplieron 30 años de la firma de la convención entre el grupo estadounidense y el Gobierno francés para poner en pie el complejo de ocio y una nueva ciudad, Val d’Europe, en lo que hasta entonces eran campos de cultivo.
 

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