Las cinco mejores heladerías de Madrid

Una ruta para tomarse un respiro con un helado y soportar el calor de Madrid

Una vez el maestro heladero Angelo Corvitto me dijo que ejercía la mejor profesión del mundo. «Nuestra clientela está siempre alegre, si estás de malhumor, vas a tomarte un whisky, no un helado».  Así que, para recorrer esta ruta de las cinco mejores heladerías de Madrid es obligatorio estar de buen humor y si tienes a mano un niño, llévatelo contigo, ¡te lo agradecerá!

Ni colorantes ni conservantes, sólo productos naturales y mucha creatividad. Se puede resumir con estas palabras el concepto de Rocambolesc , la heladería de Jordi Roca, el genial pastelero del restaurante El Celler de Can Roca. La célebre heladería de Girona tiene desde enero de este año una sucursal en calle Serrano, 52 en el nuevo Gourmet Experience de El Corte Inglés (7ª planta) y ya es un imprescindible en la capital, y no sólo para amantes de lo dulce. El de Roca es puro arte y vale la pena vivirlo y revivirlo. Sorbete de coco y violeta con fresas, caramelo de miel y nubes de violeta o sorbete verde con manzana verde, lima, albahaca, menta, pepino, hinojo, té verde, eucalipto y menta son sólo algunas de sus creaciones, cómo no, rocambolescas

Vivir Madrid helados

También los chicos de Mistura (C/ Augusto Figueroa, 5 – 91 755 63 91) apuestan por elaborar sus helados de manera totalmente artesanal, como se hacía tradicionalmente, utilizando además, sus bases, que crean desde cero con materias primas naturales. Para más señas, la leche, la nata y el yogurt de sus helados proceden de una pequeña granja de las afueras de Madrid, donde las vacas se alimentan exclusivamente de lo que se cultiva dentro de ella. Helado y topping (cuentan con una selección muy amplia) se fusionan, a mano y con la ayuda de dos espátulas, sobre una plancha de granito a baja temperatura para potenciar su textura y cremosidad. Y si eres alérgico o intolerante a algún alimento, consulta su tabla de intolerancias, seguro que tienen un helado para ti.

Vivir Madrid Helados Mistura

Tradicionales pero también sin azúcar o con soja. Así son los helados de Sienna (C/ De Narváez, 62 – 911 43 22 60). Entre sus imprescindibles, encontramos el de yogurt con amarena, el de tarta de limón o el de vainilla con cookies. Si entre tanta variedad no sabes decidirte, pide por su sabor especial del mes. Ahora bien, el sitio tiene una estética de los años 70, de local de barrio de toda la vida, no es ni vintage ni moderno, aquí se viene a tomar buenos helados, cremosos y a prueba de paladares italianos. Si buscas una heladería ‘cool‘, éste no es el lugar.

Vivir Madrid Helados Sienna Nos trasladamos al barrio de Chamartín donde se sitúa La Romana (Paseo de la Habana, 27 – 917 04 83 34). Su característica principal es la de servir helados que no tienen más de tres horas de vida. La historia de esta heladería empieza en el corazón del centro histórico de Rimini en 1947 y hoy en día cuenta con 30 centros en todo el mundo. A pesar de la expansión nacional e internacional, en cada punto de venta se utilizan sólo ingredientes genuinos a los que se añade leche ecológica. El sabor de la avellana se obtiene exclusivamente a partir de la ‘Avellana Piamonte’, el de pistacho está hecho con productos 100% de Sicilia y los sabores de fruta, como plátano de Canarias o fresa de Huelva, proceden de agricultura biológica.

La última parada de este dulce paseo termina en Lavapiés, en Sani Sapori (C/ Lavapiés, 31 – 915308996). Aquí la mayoría de las materias primas es de origen biológico, dando mayor espacio a productos de la Comunidad de Madrid, con el objetivo de desarrollar la idea de helado Km 0, es decir, hecho con ingredientes que proceden del entorno. Además, la dueña y maestra heladera Freya Lo Giudice opta por proponer sabores de temporada. Hasta el cucurucho es artesanal y  si eres celiaco, intolerantes a la lactosa o vegano, en Sani Sapori vas a tener tu helado especial.

Si estás lejos de cualquiera de esas opciones y quieres tomarte un helado ahora mismo, te dejo una pista fundamental para saber si estás delante de un helado artesanal o no. Esas montañas cremosas y voluptuosas de colores estridentes, muy de moda y bonitas para algunos, son propias del helado industrial, es el aire incorporado de manera artificial que les da ese aspecto.

a.
Ahora en portada