Las escorts de lujo encuentran un rincón en Andorra

Una empresa española de chicas de compañía ofrece 'acompañantes' en el Principado, donde la prostitución está perseguida

La prostitución está expresamente prohibida y perseguida en Andorra. En este pequeño país de los Pirineos no existen los prostíbulos, los clubs de alterne o las saunas de ambiente, pero, de prostitutas, de haberlas, las hay. Son pocas y discretísimas. No residen en el país, sino que viajan a Andorra en compañía de sus clientes o se reúnen con ellos en un hotel. Nadie tiene porque enterarse.  

Diversas agencias de escorts, así como profesionales independientes, ofrecen acompañantes para viajes de negocios o de placer al extranjero, pero sólo una publicita abiertamente, desde este verano, servicios en Andorra a través de buscadores y páginas especializadas en encuentros sexuales. Se trata de Pecados VIP, una agencia que ofrece servicios en Barcelona, Madrid y Andorra.  

Media docena de mujeres de esta agencia, de nacionalidad brasileña y venezolana, se ofrecen para contactos en Andorra. Habitualmente, trabajan en Barcelona, ofertan servicios a partir de los 150 euros, pero su tarifa mínima se dispara hasta los 1.200 euros cuando se trata de viajar a Andorra.  

Cerodosbé se ha puesto en contacto con Pecados VIP, pero, al identificarse como un medio de comunicación, han colgado el teléfono. No han facilitado información.

Las fuentes consultadas  recuerdan que el prostíbulo de Andorra se encuentra en la vecina Seu d’Urgell, al otro lado de la frontera

Un empresario andorrano confirma que, de forma más que discreta, escorts que habitualmente operan en Barcelona hacen «escapadas» a Andorra, dónde normalmente llegan en compañía de los mismos clientes, en su mayoría españoles. «Los andorranos no hacemos estas cosas en casa, nos vamos fuera», aclara.  

Estas fuentes recuerdan que el prostíbulo de Andorra se encuentra en la vecina Seu d’Urgell, al otro lado de la frontera, en España, pero se trata de una prostitución en pisos y clubs de carretera de bajo nivel.  

En abril pasado, una operación conjunta de las policías de España, Francia, Andorra y China, coordinada por Europol, desarticuló una organización que prostituía mujeres chinas por toda la península, que también operaban en Andorra. No residían en el país, donde la prostitución está prohibida, sino en la Seu d’Urgell, aunque hacían escapadas a Andorra si les llamaba un cliente. Sus tarifas, de 60 euros la hora, no tienen nada que ver con las de las escorts.

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