Polémica por el primer Uber del sexo

La primera aplicación móvil para geolocalizar escorts y poner en contacto clientes y profesionales ha causado una tormenta en las redes sociales. Peppr.it, el Uber de los servicios de acompañamiento, se presenta como una herramienta para "dignificar" la profesión en Alemania, donde es legal desde el 2002.

La primera aplicación para móvil centrada en «entretenimiento adulto» ha causado revuelo en las redes sociales. Peppr.it es una programa desarrollado por Pia Poppenreiter, una emprendedora alemana que ha agudizado su ingenio y se ha aprovechado de la laxa legislación germana, donde los servicios de acompañamiento son legales desde 2002.

«Nuestra intención es ayudar a hombres y mujeres a encontrarse en una plataforma neutral para propiciar encuentros seguros y relajados», dice Poppenreiter. Para ello, Peppr.it es totalmente gratis para las acompañantes. En cambio, los clientes deben pagar de 5 a 10 euros para acceder al contenido.

Una vez registrados, los usuarios se encuentran listados que pueden cribar por zona, precio, preferencias o características personales. Además de con agencias, Peppr trabaja con profesionales independientes. Por el contrario, evita los clubes. «Antes de publicar los anuncios llamamos a las autoras para cerciorarnos de que no hay tráfico», admite la fundadora.
 

 
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«Queremos revolucionar la industria del sexo, que deje de tener la imagen escabrosa y desagradable que tiene», reza el dossier de presentación. En efecto, la interfaz de Peppr es limpia y fría. Incluye incluso las agendas de las escorts para programar una cita.

Peppr se estrenó el pasado 1 de abril sólo en Alemania, país que despenalizó los servicios de acompañamiento sexual en 2002. Doce años después, la industria ya mueve 21.000 millones de euros al año, según datos de The Telegraph.
 

 
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Precisamente, organizaciones feministas alertan de que algunas ciudades germanas son ya un foco de turismo sexual. Una de ellas, la revista pro-derechos de la mujer Emma, ha recogido 11.000 firmas para prohibir de nuevo esta práctica.

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